Las personas Asperger piden acabar con su discriminación educativa y laboral

Publicado: 18/02/2022
El índice de paro es superior al 85 por ciento entre este colectivo que conforman en España 120.000 personas
La Confederación Autismo España reclama que se avance en el reconocimiento del Síndrome de Asperger a nivel administrativo y legal para poner fin a las situaciones de discriminación que sufre el colectivo, especialmente en el entorno educativo y laboral.

Según datos de la Confederación Asperger España, el índice de paro es superior al 85 por ciento entre este colectivo que conforman en España 120.000 personas, que reivindican año a año un reconocimiento específico normativo y administrativo que abarque las necesidades que tiene el colectivo y garantice sus derechos.

Este viernes se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, dedicado desde 2007 a visibilizar las necesidades concretas de este colectivo que padece características del Trastorno del Espectro Autista (TEA), pero sin discapacidad intelectual asociada ni dificultades en aspectos formales del lenguaje.

Este síndrome afecta a un 27 % de los 450.000 españoles que conviven con autismo, según datos del Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE).

En los primeros años con el síndrome, los niños tienen dificultades en su desarrollo emocional, social y conductual, a pesar de poseer un cociente intelectual normal. Por ello, son más proclives a sufrir acoso escolar.

Cada caso varía, pero suelen presentar problemas en la comprensión de situaciones sociales, especialmente en la interpretación de ironías y mensajes no literales.

Un ejemplo es Marina Martín, de 21 años, que fue diagnosticada a los 12 años. "Había ciertas cosas que no entendía de la misma manera que otros niños y niñas, les parecía raro que no entendiera las bromas y se reían porque no entendía los chistes, metáforas, ironías. No sabía si se reían conmigo o de mí", explica Marina en un vídeo difundido por la confederación.

Estas personas se esfuerzan cada día por encajar en entornos que no se adaptan a sus características y necesidades.

Asimismo, pueden tener dificultades a la hora de mantener relaciones sociales o presentar patrones de conducta y pensamiento restringidos, estereotipados y repetitivos, pero no agresivos.

Aunque la categoría de “síndrome de Asperger” ya no aparece en los sistemas de clasificación internacionales en el diagnóstico médico, todavía se mantiene esta denominación "por una cuestión identitaria y por el sentimiento de pertenencia", señala la Confederación.

DIFICULTADES PARA LA INTEGRACIÓN LABORAL

Macarena Barba, de 31 años, tuvo dificultades para la integración laboral. "Por ser una persona con discapacidad y a la vez de mi condición de género se me niegan muchos derechos", explica. Ahora trabaja en una oficina y asegura que se la subestimó y que sus compañeros solo veían sus limitaciones y no el desempeño de su trabajo.

Las normativas actuales identifican como colectivos especialmente vulnerables a aquellas "personas con parálisis cerebral, personas con enfermedad mental, personas con discapacidad intelectual con un grado de minusvalía reconocido igual o superior al 33%”, dejando fuera de esta definición a todas las personas con autismo y sin certificado de discapacidad, como son las personas que presentan síndrome de Asperger.

Este vacío normativo les impide a menudo el acceso a derechos fundamentales. “A la invisibilidad social de este trastorno, se suma la que existe en la regulación, de manera que los derechos de las personas con trastorno del espectro autista con síndrome de Asperger no están garantizados, lo que dificulta su acceso a ayudas, prestaciones y beneficios", afirma Daniel Torres, secretario de Acción Social de SAE, en un comunicado.

"HACER ESPACIO” A LAS PERSONAS CON SÍNDROME DE ASPERGER

La Confederación Autismo España pide como cada año a la sociedad que “haga espacio” a las personas con síndrome de Asperger para permitir que puedan ejercer su derecho a participar en la comunidad en igualdad de condiciones.

Esta organización reclama a la sociedad que trate de empatizar con estas personas y recomienda a familias y personas cercanas que intenten comprenderles, les muestren apoyo y les den seguridad y confianza.

"Sus rutinas y rigideces son elementos importantes que les proporcionan seguridad. Puedes ayudar a flexibilizarlas sin imponer tu manera de ver las cosas", indica Autismo España entre sus principales consejos a la hora de ayudarles.

La invisibilidad del diagnóstico, su falta de reconocimiento, los mitos sobre el trastorno y la falta de referentes sociales son algunos de los problemas que remarca Miguel Aulló. Diagnosticado con 18 años, actualmente con 34 es psicólogo y trabaja para "poder ayudar a muchos chicos y chicas que se sientan identificados" con su caso.

En la campaña "Haz espacio", que ha contado con la colaboración de la Fundación ONCE, la organización llama a "construir una sociedad más justa y solidaria", en la que todas las personas puedan participar de manera activa y en igualdad de condiciones. 

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