Hay cierto valor en reconocer la propia cobardía, pero solo si no la camuflas con excusas. No es el caso de los Anticapis, que previendo, o dicen, una desaceleración económica global que traerá más sufrimiento a las familias, prefieren no dar la batalla para poder seguir protestando y echando la culpa a otros. Y eso que habíamos cantado que esto no era una crisis, que era una estafa.
El panorama, por muchos circunloquios y perífrasis que usen, es así de demencial: estos dicen que no se debe gobernar en minoría, aunque consigas arrancar mejoras imprescindibles para la gente, porque entonces la gente te echará la culpa de todo lo que no se haya mejorado; y añaden que serán los primeros que protesten a su propio partido por todo lo que no se haya mejorado. Estos ven bien seguir impugnando, y cobrando el sueldo de parlamentario, mientras la gente se sigue muriendo en las listas de espera de la Sanidad, se sigue tirando por el balcón para que no los saquen por la puerta de su propia casa, los mares se agostan y las indemnizaciones por despido se evaporan. Estos dicen que no se puede dejar la oposición en manos de la derecha y, como consideran derecha a todo lo que no son ellos, excepto un par de partidos residuales, entiendo que no entra en sus planes que haya que gobernar nunca; si gobiernas, toda la oposición será derecha, según tu criterio, pequeño saltamontes. Excepto en Cádiz, claro. Ahí no le han cedido la oposición a la derecha, solo a PP, Cs y Vox, con PSOE como estrella invitada.
A lo mejor lo que les pasa es que no hay Anticapis en el Congreso; a lo mejor lo que les pasa es que quisieron negociar listas a cambio de apoyo. Si no me falla la memoria, es exactamente lo que intentaron hasta el último minuto, que se repitieran unas primarias a las que no se presentaron la primera vez porque no pudieron transaccionar nombres con la lista de Iglesias. Estos no creen en la democracia a ningún nivel porque aseguran sin pudor que, cuando no se vota lo que ellos quieren, es por falta de cultura política de los votantes, en unas generales, autonómicas, locales o en tu círculo. Estos, en minoría, quieren conseguir lo mismo que si estuvieran en mayoría porque, veréis, el voto de un anticapi vale por cinco. Creo que saben que la gente nunca confiará en ellos, pero si pueden ocupar puestos de relevancia en colectivos sociales, esperan que alguna vez la situación sea insoportable, se líe una revolución de la gente contra las instituciones y así estarán en cabeza para ocupar las instituciones nuevas, por la puerta de atrás.
Anticapis no defiende a la gente, defiende a Anticapis. Los Anticapis no se alegran de nada hasta que no les llegan directrices. No son asamblearios; unos cuantos mandan y el resto hace como si fuese una idea cojonuda. Todo eso lo conocemos y damos por hecho; son Anticapis y hacen cosas de Anticapis. Ahora bien, ¿Podemos Andalucía? ¿Adelante Andalucía? ¿En serio? ¿José Ignacio García coordinador de Podemos en la provincia de Cádiz? ¿Pero qué coño de cargo es ese? ¿En qué momento os subió tanto la fiebre que pensasteis que podíais usar el nombre de toda la militancia para vuestros propios asuntos? ¿En qué momento habéis preguntado a la militancia, y oportunidades habéis tenido, su opinión sobre el pacto de Gobierno? La dirección estatal lo hizo y salió que sí. Vosotros no lo habéis hecho y, oh, fortuna, ¿sale que no? Pero si ni siquiera contáis con el apoyo del único órgano político con alguna legitimidad entre consultas, el consejo ciudadano autonómico. Si ni siquiera representáis a la dirección andaluza, ¿qué impugnación vais a hacer? ¿Qué conferencia política queréis convocar en enero, si estáis en funciones, si el único trabajo que se espera de vosotros es que preparéis la III Asamblea Ciudadana Andaluza para que podemos votar nuestros documentos y nuestros órganos?
Por favor, si queréis una organización sin más normas y reglamentos que los que decida la directiva, montadla por vuestra cuenta y dejadnos al resto trabajar para la gente en cada hueco que encontremos, en cada ley que podamos aprobar, en cada mejora que podamos arrancar. No seremos tan dignos, pero solo moriremos una vez; los cobardes mueren todos los días.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es
