Sindéresis

La política de la tierra quemada

El poder establece una política de tierra quemada para que el pueblo llano, nosotros, no pueda acceder a lo público.

Publicado: 29/01/2019 ·
22:29
· Actualizado: 29/01/2019 · 22:30
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Autor

Juan González Mesa

Juan González Mesa se define como escritor profesional, columnista aficionado, guionista mercenario

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Me pone triste leer o escuchar a la gente que los concejales de nuestra ciudad, o de cualquier ciudad, tienen un chollo y que se acercan a la política para vivir del cuento, cuando estoy convencido de que las parcas asignaciones que reciben por su labor institucional son el origen de muchos males que aquejan a la cosa pública a nivel de municipio.

En primer lugar, la mayoría de los concejales del ayuntamiento de San Fernando, sobre todo si hablamos de los de la oposición, solo perciben una paga que ronda los 400 euros, por su asistencia a los plenos, paga que no recibirán el mes que no hay pleno. Obviamente, podrían recibirla solo por asistir y levantar o no levantar la mano según se vote, y ponerse a repasar el Tinder mientras los que viven de la política hablan, pero hacer oposición es mucho más que ir al ayuntamiento una vez al mes: hay que presentar mociones y para eso hay que estudiar mucho y hay que redactar en base a unas normas. Para hacer un buen trabajo, además, deben estudiar las mociones de los otros grupos, averiguar si tiene base legal y si están pidiendo, por ejemplo, lo opuesto a lo que predicaban dos años antes o lo que predican en el ayuntamiento de al lado, porque parte de la función de un concejal es hacer llegar la ciudadanía la realidad del posicionamiento de las otras fuerzas políticas.

Deben acudir a mesas de contratación y deben estar a disposición de las vecinas y vecinos o asociaciones que quieren reunirse con ellos para aportar ideas o reclamar soluciones. Deben acudir a actos oficiales como representantes de la gente que los eligió. Y deben vivir. ¿Conocéis muchas empresas en las que te aguantarían como trabajador si cada tres por cuatro pides permiso para ausentarte por tus labores institucionales y una vez al mes tienes que pedir tres o cuatro días libres para preparar el pleno? Así que, en principio, parece que es más fácil ejercer de concejal cuando eres empresario que cuando eres trabajador.

No todos los concejales viven así de mal, por supuesto. Si eres portavoz tienes una asignación alta y si te dan responsabilidades en el equipo de gobierno, también. ¿Qué provoca esto? Pues que pactar con el partido más votado para darle la llave del gobierno de la ciudad, y formar parte de él, en ocasiones sea un motivo de supervivencia, porque si me quedo con 400 pavos al mes no puedo vivir y lo voy a tener que dejar, pero si les digo a estos que sí, entonces tendré un sueldo digno y podré mantener mi casa. Así de duro y así de sencillo: la política se fusiona con las necesidades personales, los concejales electos son fáciles de convencer por la sencilla razón de que, si no eres tocada o tocado por la gracia de alcalde o alcaldesa, más te vale vivir de las rentas de una buena herencia o tener varias empresas que funcionen solas. Trabajar en la oposición como la gente de San Fernando merece no te va a dar para vivir. Así que no podrás trabajar como la gente de San Fernando merece. O tendrás que aceptar otro tipo de chanchullos. Y pisar a los concejales de tu grupo para llevar tú la portavocía.

Es decir, que tal y como está planteado el asunto, la clase obrera, los parados o las personas con responsabilidades familiares, sobre todo si son gente honrada, lo tienen bastante jodido para dedicarse a la política municipal, que parece reservada para los que disponen de un colchón financiero, el respaldo económico a través del partido (con lo que eso supone de servilismo) o se prestan a la compra venta de favores, incluido su voto en los plenos.

Así que, en serio, no os quejéis de que los concejales cobren mucho, porque es mentira, y exigid que tengan un sueldo normal para poder dedicarse a su trabajo, a fiscalizar la acción del gobierno municipal, seguir formándose, atender a los ciudadanos, poner denuncias cuando sea necesario. El poder establece una política de tierra quemada para que el pueblo llano, nosotros, no pueda acceder a lo público. Tienes que avanzar por un terreno sin cultivos, sin pozos de agua, sin refugio, mientras ellos ordenan nuestras vidas desde palacio.

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