La campaña de sondeos encargada por la Consejería de Fomento previa a la construcción del tramo norte (Pino Montano-Prado de San Sebastián) de la línea 3 del Metro ha servido para radiografiar, por primera vez, los suelos en la zona del arroyo Tamarguillo. Estos sondeos en las futuras estructuras sobre el cauce “no existían” en el proyecto de catas realizado hace más de diez años, que ahora la Junta ha actualizado. Estos sondeos, además, se han hecho tanto en el cauce actual como en el modificado, porque el canal del Tamarguillo, junto a la SE-20 (Ronda Norte), cuenta con un proyecto de desvío junto al arroyo Ranilla, hacia el norte de la ciudad. Ambos canales del Tamarguillo, tanto el actual como el futuro, “cruzan por arriba de la infraestructura de la línea 3 del Metro” y esto ha llevado a la Junta a incluir sondeos de estos suelos para conocer con precisión cómo se comportan y cuál es su estructura.
El desvío del Tamarguillo se iba a acometer con fondos Feder y por la Confederación Hidrógráfica del Guadalquivir (CHG). Esta realidad ha cambiado después de una década desde que se planteó este proyecto. La competencia ahora de las actuaciones de “defensa de inundaciones en cauce urbano”, como es el caso del Tamarguillo a su paso en paralelo por la Ronda Norte, es de los municipios “con auxilio de la Junta”, aclaran fuentes de la CHG.
Los 25 nuevos sondeos en la traza del túnel, que han sido de una profundidad de entre seis y 46 metros de profundidad, han servido para constatar que “las medidas adoptadas para las cimentaciones de la infraestructuras se consideran válidas”.
Además de los sondeos geotécnicos realizados por la empresa UG21, los técnicos han completado la “catalogación de edificios, arqueología y expropiaciones, así como los trabajos cartográficos y topográficos”, señalan fuentes de la Consejería de Fomento.
En relación a la catalogación de los edificios, en todo el tramo norte, la empresa ha inventariado y clasificado alrededor de 300 edificios por niveles de riesgo, de mayor a menor, en función de parámetros como la antigüedad, el estado de conservación, la altura y la cimentación. Tras este análisis, se han fijado algo más de un tercio como sensibles. Son 116 edificios que están ubicados en los subtramos IV y V, desde la Macarena a la Puerta de Carmona. De estos, la mayoría están localizados en la zona de los Jardines del Valle y La Florida. Allí precisamente, en paralelo a la manzana donde se están construyendo viviendas, irá ubicada una de las 12 estaciones que tendrá el tramo norte.
Con la campaña de sondeos también se ha podido “reconocer especialmente la parcela de talleres y cocheras, de la que había muy poca información en la documentación técnica de partida. Esta parcela se encuentra sobre una antigua gravera rellenada, los espesores del relleno alcanzan los 16 metros y son de baja compacidad y elevada colapsabilidad, por lo que precisan un tratamiento de mejora que se deberá diseñar a partir de los datos existentes”.
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