La Facultad de Medicina espera desde hace años un proyecto con el que mejorar las instalaciones de su campus y dar una mayor coherencia y claridad a la parcela en la que se ubica, donde ahora hay una amalgama de edificios y espacios ocupados sin demasiado orden y fruto de una demanda creciente de alumnos que obligó a dar respuestas urgentes.
La Universidad de Sevilla tiene ya la aprobación inicial de la Gerencia de Urbanismo al estudio de detalle del sistema general educativo campus universitario Macarena de Medicina. Este estudio dibuja las líneas generales de lo que la institución quiere hacer en la parcela donde se ubica la Facultad. Una de esas líneas pasa por “liberar suelo”, explica el director general del espacio universitario, Francisco Montero. Esto se conseguirá de la siguiente manera. En la actualidad, hay cinco edificios en la parcela: el Anatómico Forense, la Facultad de Ciencias Básicas, el edificio docente, el edificio conocido como cuadrado y el central. De esos cinco, se mantendrán el Anatómico Forense (que además está protegido) y la Facultad de Ciencias Básicas.
El resto serán demolidos y, en sustitución, se construirá un nuevo inmueble de cinco plantas como máximo (baja y cuatro más, alrededor de unos 12.000 metros cuadrados de edificabilidad). De hecho, el ganar en altura es lo que permite liberar suelo para poder “reorganizar el espacio”, los 22.000 metros cuadrados de suelo que tiene la parcela. Este nuevo edificio concentrará la investigación, los laboratorios y los servicios centrales, entre ellos, el Decanato.
El estudio detalle prevé la rehabilitación de dos edificios: el Anatómico Forense y la Facultad de Ciencias Básicas, que “será vaciada por dentro” para una mejor “distribución de los espacios”, acorde a los tiempos y a las necesidades actuales de la docencia. Al despejar de edificios la parcela, el estudio detalle también apunta a un gran espacio verde central. Una idea similar a la ya ejecutada en el vecino campus de los Perdigones, donde se concentran las facultades relacionadas con Enfermería, Podología y Odontología.
El estudio que ya tiene el visto bueno del Ayuntamiento no dispone de memoria económica “porque no es necesaria”, aclara Montero, ya que la actuación que realizará la Universidad “no altera viarios públicos”. Será, eso sí, un proyecto costoso que se hará por fases y compaginando las actuaciones con la docencia y la actividad ordinaria de la Facultad. “Se trata de una línea prioritaria para estos cuatro años de mandato” del actual equipo rectoral, subraya el director general de espacios universitarios. Los fondos saldrán del modelo de financiación que la Junta negocia desde hace meses con las universidades andaluzas.
El estudio detalle tiene que pasar a exposición pública y ser informado por la Delegación de Fomento. Tras estos trámites, la Universidad convocará un concurso de arquitectura para buscar un proyecto eficiente energéticamente hablando, sostenible e inteligente (última tecnología).
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