Con el mundo embarcado ya en la vacunación para poner fin a la pandemia de coronavirus, la ciencia se prepara para empezar con los ensayos de la vacuna para los niños. Porque aunque las últimas investigaciones publicadas en Nature certifican que ni son supercontagiadores, ni se infectan con tanta carga vírica como los adultos, ni padecen síntomas tan fuertes como los mayores, la vacunación de toda la población, sea cual sea su segmento de edad, “es importante” para prevenir y, con ello, poner un cortafuegos a la enfermedad.
Las familias saben que sin estos ensayos, no hay posibilidad de salvar vidas
Sevilla aspira a participar en el ensayo clínico mundial (EEUU y Europa lo liderarán) que se hará con 6.000 niños. El Grupo Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) está ultimando su candidatura tanto para el ensayo de las vacunas en niños (Pfizer) como en embarazadas. El doctor Ignacio Salamanca, coordinador de la unidad de investigación del IHP, explica que el ensayo arrancará en el mes de mayo y se centrará en los niños de entre 5 y 18 años. El gran aval que presenta IHP es su experiencia en ensayos de vacunas como, por ejemplo, de la Meningitis B. Desde 2005 que se creó la unidad de investigación (cuenta con 15 investigadores, tres administrativos, tres enfermeras y un coordinador), el Instituto ha participado en medio centenar de ensayos y ha reclutado a 5.600 niños para que participaran. “Esto nos emociona siempre. Sin esa confianza que depositan las familias en la ciencia no podríamos tener hoy vacunas de prevención”.
Pese a los movimientos antivacunas y negacionistas de toda índole, el doctor Salamanca se muestra confiado en poder lograr reclutar a los niños necesarios para el ensayo. “No creo que tengamos problemas porque la confianza en la ciencia es alta, vamos a tener la experiencia acumulada de estos meses de vacunación y, al fin y al cabo, se trata de una oportunidad que van a tener esos niños de estar protegidos antes que otros”, explica Ignacio Salamanca.
“Todas las familias que participan con nosotros tienen claro que sin esos ensayos no hay posibilidad de salvar vidas”, apostilla. Salamanca explica por qué hay que vacunarse: “No nos vacunamos para no estar dos días con fiebre, sino porque si tienes la mala suerte de que tu cuerpo reaccione mal al virus, puedes ir a la UCI o morirte”. Sobre la seguridad de la vacuna que se ha desarrollado en un tiempo récord, el doctor del IHP detalla los controles por los que pasa: agencias del medicamento y comités éticos. Además, explica cuáles son los elementos que han jugado a favor en este momento: “Tenemos tecnología y conocimiento; con el ébola, se vieron los procedimientos que eran necesarios y se mejoraron para acortar los plazos; y ha habido más recursos, más financiación”.
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