"Buenos días, rastreador militar". Si usted ha dado positivo en coronavirus es muy probable que reciba una llamada como ésta. No tiene que ponerse firme, pero sí debe saber que esta llamada puede salvar muchas vidas. Andalucía cuenta con
270 rastreadores repartidos en doce unidades que ha puesto el
Ejército a disposición del
SAS para intentar controlar la pandemia. Hay
capacidad para llegar a 360 en caso de que fuera necesario.
En la
base militar de El Copero, está operativa una de las
secciones de vigilancia epidemiológica del Ejército.
30 rastreadores, con la posibilidad de ser el doble, atienden al día
300 casos positivos, con una media de
10 contactos estrechos cada uno de ellos. Trabajan en
turnos de mañana, tarde y noche los siete días de la semana.
Los rastreadores militares tienen acceso cada mañana a una base de datos de Salud con los nuevos casos positivos. Una cantidad que empieza a bajar gracias a la concienciación ciudadana, reconoce uno de los rastreadores militares de la sección de El Copero.
Los rastreadores militares se interesan por saber si la persona a la que llaman vive sola o no, si tiene una vivienda adecuada para realizar un confinamiento o si necesita ayuda. “
Con las personas mayores, hablamos más tiempo. Hay bastante gente que vive sola”, señalan. Germán Vera, teniente de Artillería antiaérea y jefe de la sección de vigilancia epidemiológica en El Copero, aclara que
en cada llamada se invierte en torno a una media hora, “aunque no hay ninguna prisa”.
Desde que arrancó la
Operación Baluarte (segunda fase de la operación Balmis con la que el Ejército se desplegó por todo el país en la primera ola de la pandemia para labores logística, de apoyo y de desinfección), el servicio ha detectado que los contactos estaban ya avisados por la persona positiva y guardaban aislamiento preventivo en sus domicilios.
Germán Vera agradece la
“colaboración” de los ciudadanos. “
Cada vez que llamamos se muestran muy agradecidos y esta actitud es de remarcar en estos momentos porque es clave para acabar con la pandemia”, señala.
En el
cuartel general de la Fuerza Terrestre en Sevilla, está el
centro de coordinación de la operación Baluarte a nivel nacional, que ha movilizado a
2.000 militares como rastreadores en todo el país. La operación Baluarte no sólo prevé labores de rastreo. El Ejército vuelve a estar disponible para realizar
labores de desinfección y de apoyo logístico como en la Operación Balmis.