Los trabajos de exhumación en Almadén de la Plata para localizar una fosa común con los restos de, al menos, una treintena de represaliados en 1936 con el estallido de la Guerra Civil española, comenzarán en la primera quincena del mes de noviembre y no se circunscribirán al exterior del cementerio de la localidad de la Sierra Morena sevillana, como así estaba autorizado por el Ayuntamiento en virtud a la resolución de sus servicio de intervención, basada a su vez en el informe del arqueólogo Miguel Ángel Vargas Durán. Dicho informe dice textualmente: “Los fusilados en las traseras de las tapias del cementerio de Almadén no fueron enterrados en una fosa común excavada en el interior del mismo”.
Tras la agria polémica desatada en las redes sociales en torno a la disposición o no del Ayuntamiento a acometer esta exhumación, la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, garantizó en sede parlamentaria que los trabajos se realizarían.
Ésta que sigue es la cronología de los hechos que termina con la decisión de empezar los trabajos y de ampliarlos incluyendo el interior del cementerio.
La empresa que resultó adjudicataria del contrato de “indagación y exhumación” de la fosa solicitó autorización al Ayuntamiento y éste se la concedió en la zona que el informe del arqueólogo explicitaba, un documento, de 2017, en el que, en varias ocasiones, se sostiene que los posibles restos no se encontraban en el interior del camposanto: “Descartado el interior del cementerio como el lugar de enterramiento en fosas comunes, es lógico pensar que las inhumaciones se hicieran fuera del recinto pero próximas a las tapias del cementerio donde se ejecutaron los fusilamientos”.
Ya en 2020, la adjudicataria comenzó a realizar los trabajos preparatorios, momento en el que surgió “una prueba testifical” que dio “un vuelco a la situación”, explican fuentes oficiales. Un testigo aseguró recordar entonces la existencia de una fosa común y enterramientos en el interior del cementerio.
La empresa ha presentado un nuevo informe de actuación que incluye los trabajos en el interior del cementerio. Esta ampliación de la autorización primera será avalada por el Ayuntamiento y permitirá que la exhumación arranque en el mes de noviembre, probablemente, una vez pase la afluencia de público al camposanto con motivo del Día de los Difuntos. Hasta entonces y de manera inmediata, las fuentes oficiales consultadas aseguran que el Ayuntamiento paralizará cualquier obra en el cementerio para que no interfiera en los trabajos de exhumación.
En Almadén de la Plata (1.355 habitantes, según el censo de 2019), “hay constancia documental de 32 víctimas represaliadas, según la investigación del historiador José María García Márquez”. Sin embargo, el testimonio del vecino Emilio Blanco Díaz, último alcalde de la dictadura franquista e hijo del concejal republicano en 1932 Emilio Blanco, el número de víctimas ascendería a 64, el doble de las contabilizadas en los archivos de la Guardia Civil. Fueron asesinados en la tapia del cementerio o en las cunetas de la carretera que une Almadén con El Real de la Jara, en un descansadero de la vía pecuaria Cordel del Monesterio.
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