60.000 personas atendidas, 40.000 familias en el programa de garantía alimentaria, 5.000 dependientes asistidos, 700 sin techo con servicios 24 horas al día, medio millar de licencias y permisos concedidos, 40.000 llamadas al 010, 98 millones de euros pagados a los proveedores por vía telemática, un total de 15 millones de euros ya invertidos por el Ayuntamiento de Sevilla desde el estado de alarma para atender la emergencia social derivada de la pandemia del coronavirus y una primera modificación presupuestaria en marcha por valor de 8,7 millones de euros.
Las cifras abruman pero son el reflejo de la “ejemplar respuesta colectiva” que ha dado la ciudad en esta crisis. El alcalde de la ciudad, Juan Espadas, ha subrayado este martes que “el Ayuntamiento de Sevilla ha superado su test de estrés” y “en solitario”. “No hemos tenido recursos a la altura. Lo hemos hecho a pulmón. Esta situación debe cambiar en las próximas semanas”, ha alertado en el desayuno informativo organizado por Europa Press en la Fundación Cajasol. Espadas ha vuelto a insistir en la necesidad de abordar sin más dilación la reforma de la administración local para “ganar en eficacia”. Se ha lamentado de que, con el volumen de gastos que ha habido que atender en tan sólo 100 días, las transferencias del Estado a Andalucía que le han correspondido a Sevilla hayan sido de 2,3 millones de euro.
“Lo que estamos reivindicando es poder usar recursos que hemos generado”, ha recalcado en el turno de preguntas, donde ha apuntado la necesidad de abordar los cambios constitucionales necesarios para que los ayuntamientos recuperen la “autonomía de nuestros propios recursos”. “Si logramos que determinadas inversiones no computen como déficit, podremos usar nuestras propias capacidades. Si no es así, serán necesarios fondos de compensación como los que se han puesto para las comunidades autónomas”, ha reflexionado. El foco está en la sostenibilidad de empresas públicas como Tussam, en la que se ha generado un agujero importante en las cuentas como consecuencia de la pandemia.
Espadas ha hecho hincapié en el hecho de que la respuesta municipal en esta crisis no es el resultado del esfuerzo “de unos días", sino el fruto de “cinco años de trabajo que han permitido que el Ayuntamiento tuviera un dispositivo de empleo y social con la fortaleza suficiente como para resistir”. Un “escudo social” que ha demostrado, en palabras del alcalde, su “fortaleza”. “Es lo que ha permitido que la ciudad no se descompusiera”, junto a la “búsqueda de acuerdos”. “El acuerdo debería venir para quedarse, para dar estabilidad que las inversiones requieren”, ha apostillado, enfatizando esos consensos alcanzados con los gobiernos central y autonómico.
En relación a las inversiones, Espadas ha recordado que la pieza “clave” para la reactivación económica de la ciudad será la “gestión del Patrimonio Municipal de Suelo”, un “modelo sin precedentes” con el que el Gobierno municipal quiere vender suelo para ingresar 53 millones de euros y desbloquear así 28 proyectos largamente esperados.
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