La Guardia Civil ha desmantelado en Aznalcázar (Sevilla) una red de contrabando de picadura de tabaco que distribuía a todo el territorio nacional, según ha informado en un comunicado.
En la operación, denominada Mutig, se han intervenido 34.800 kilos de tabaco de contrabando picado y listo para su distribución, y se ha detenido a siete personas por delitos de contrabando y a cuatro de ellos se les imputa un delito de pertenencia a organización criminal.
La Guardia Civil ha registrado viviendas y naves industriales en las que “almacenaban el tabaco y la maquinaria para su procesamiento, así como productos para darle distintos aromas y sabores”.
La investigación, iniciada en enero, constató que la red contaba con una estructura tipo empresarial, donde cada miembro tenía un cometido específico ya que la logística “era asimilable a la de un gran comercio” y la facturación ascendía a cientos de miles de euros.
El tabaco estaba repartido entre varias naves industriales de la provincia de Sevilla “garantizándose el abastecimiento en caso de que una de esas naves fuese detectada policialmente”.
Para transportar el tabaco hasta la nave principal para procesarlo usaban un camión rotulado como los de una conocida marca de cervezas.
En la fábrica trabajaban ocho personas en jornadas laborales de ocho a diez horas de lunes a viernes, donde lo aromatizaban y envasaban en paquetes herméticos de un kilogramo.
La organización distribuía el tabaco por toda la geografía española en pequeños pedidos de entre 1 y 10 kilogramos cada uno y se ha detectado hasta cincuenta envíos de paquetes de 250 kilogramos en un solo día.
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