Un grupo de facultativos del Hospital Universitario Virgen Macarena han firmado un escrito en el que cifran en 138 los profesionales sanitarios del centro contagiados por Covid-19, el 2,6% de los profesionales del hospital y el 16 de los infectados en la provincia, un nivel de contagio que consideran similar al de la población general. Además, apuntan que las medidas adoptadas aseguran la mayor seguridad posible a los facultativos y plantean la extensión de pruebas PCR a todos los ingresados en los hospitales, tal y como el Macarena comenzó a realizar de manera pionera.
Ante las informaciones aparecidas en los últimos días sobre “infecciones masivas” entre sanitarios del centro, que consideran que han creado alarma entre los profesionales y los ciudadanos, los 85 firmantes, entre los que se incluyen varios jefes de sección y el equipo Covid del centro, informan de que son 138 los profesionales del hospital que a fecha del 15 de mayo han sido confirmados como positivos en pruebas PCR, la “más sensible disponible”, mientras apuntan que “los datos provisionales del estudio que se está realizando a todos los profesionales mediante serología indican una cifra más baja debido a la menor sensibilidad de estas técnicas”.
“Los datos del estudio de seroprevalencia nacional publicados recientemente por el Ministerio de Sanidad indican una prevalencia de personas con cualquier tipo de anticuerpos frente al coronavirus en la provincia de Sevilla del 2,7%. Por lo tanto, y esto es muy importante, estos datos indican que el riesgo de adquirir la infección en los profesionales del Hospital Macarena ha sido similar a la de la población general”, indican en el documento.
El escrito deja claro que se ha realizado “un extenso despistaje de profesionales infectados, habiéndose realizado PCR a más de 2.000 profesionales, incluyendo a todos los que trabajan en las áreas más expuestas a pacientes Covid-19, además del estudio de seroprevalencia general, gracias al intenso trabajo llevado a cabo por los profesionales de Medicina Preventiva y de Microbiología”.
Sobre las discrepancias entre las cifras de profesionales de baja y los que están investigado, explican que “cuando un profesional se considera contacto de riesgo de una persona infectada, es dado de baja hasta descartar que tenga infección por el coronavirus”, una medida de prevención que ha provocado que “hubiera un alto número de sanitarios en investigación y ha causado en determinadas fechas un importante número de bajas”, aunque la “inmensa mayoría” han sido negativos.
En cuanto al brote detectado en Urgencias y que afectó a 53 profesionales entre el 20 y el 22 de marzo, apuntan que, a pesar de haberse implantado los circuitos diferenciados de pacientes con y sin sospecha de Covid-19, en aquellas fechas no se recomendaba el uso universal de mascarillas quirúrgicas, existía una importante carestía de mascarillas y un número muy limitado de equipos de protección individual y “desgraciadamente” hubo varios robos de equipos disponible, “lo que obligó a custodiar los estocajes”. Estas circunstancias, unidas a la tensión de esos primeros días, a pesar de la “gran profesionalidad” de los facultativos, no pudo evitar una transmisión que el análisis epidemiológico realizado por el Servicio de Medicina Preventiva sitúa “en la mayoría de los casos, entre sanitarios” ante la “dificultad para mantener la distancia de seguridad debido a la estrechez de los espacios para profesionales del área de Urgencias”, aunque “no puede descartarse, por supuesto, algún caso de transmisión desde pacientes”.
La situación, difícil en el centro, en Urgencias y en todos los hospitales, comenzó a revertirse a partir del 25 de marzo, antes incluso de que la OMS lo hiciera, coincidiendo con que por primera vez había disponibilidad de material de protección suficiente, recomendándose “el uso universal de mascarillas quirúrgicas en el centro para prevenir la transmisión desde compañeros asintomáticos”, una “disponibilidad de equipos de protección se fue normalizando progresivamente en todos los hospitales”, señalan.
Según relatan, pocos días más tarde se diagnosticó el coronavirus en pacientes que habían ingresado por otro motivo sin síntomas de Covid-19, por lo que ante los estudios que evidenciaba la trasmisión desde paciente asintomáticos, “se decidió realizar PCR a todos los pacientes ingresados y, desde entonces, a todos los nuevos ingresos. El hospital fue pionero en implantar esta medida, que supone una seguridad aún mayor para profesionales y pacientes, y que se mantiene en nuestro hospital con gran esfuerzo de todos los profesionales implicados”.
“La necesidad de mantenerla deberá replantearse en el futuro si la incidencia de Covid-19 en la población sigue siendo tan baja como lo ha sido en las últimas semanas”, recomiendan en el escrito.
Los profesionales firmantes del escrito entienden que el brote en Urgencias y la interpretación errónea de los profesionales de baja como medida preventiva, sin que estén contagiados, “hayan creado una importante alarma en los profesionales”, pero insisten en que las “medidas adoptadas determinan una seguridad para los profesionales y pacientes del mayor nivel que puede proporcionarse en la actualidad, motivo por el que podemos legítimamente sentirnos orgullosos”.
Terminan agradeciendo “a los profesionales de todas las especialidades y estamentos sanitarios y no sanitarios que han estado implicados directa o indirectamente en la lucha frente a esta pandemia, su entrega y profesionalidad, y enviar una vez más todo nuestro apoyo a los que se han infectado por el virus, así como transmitir nuestro dolor por las personas fallecidas y el compromiso que, como sanitarios, tenemos con la ciudadanía en la lucha frente a esta terrible pandemia”.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es