Una de las cuestiones más importantes que hemos visto cuando se dictaminó el estado de alarma es la necesidad de recuperar la libertad una vez que esta se ve amenazada y perdida.
Evidentemente, tenemos y debemos ser responsables en el cumplimiento de este estado de alarma. Creo que la sociedad está siendo muy responsable en el cumplimiento de estas medidas de seguridad que se han planteado con la aprobación del estado de alarma. Es cierto que se dan casos de incumplimiento pero, sin lugar a dudas, estos se corresponden a casos muy excepcionales.
Ahora bien, esa libertad de poder salir a comprar, a tomar un café, de viajar es lo que en estos días estamos echando en falta de una forma significativa. Sin duda, merece la pena, es necesario continuar con ese esfuerzo más si cabe ahora.
La gravedad del asunto es de tal magnitud que el primer gesto de solidaridad tenemos que ofrecerlo de momento siendo responsables y estando en nuestros domicilios. Por nuestra seguridad y por la de los demás ciudadanos.
También, cuando pase esto, vamos sin duda a tener que cambiar muchos de nuestros hábitos de consumo. Sin lugar a duda, esto conllevará una posterior crisis económica que, en mayor o menor medida, afectará a una parte importantísima de nuestra población. Afectará a nuestro turismo y a la hostelería, una de las principales fuentes de riqueza de Andalucía y eso conllevará un esfuerzo importantísimo para paliar ese virus económico que también tendremos que combatir una vez solucionada la crisis sanitaria.
Por supuesto, cuando pase esto, debemos aprender a valorar lo más importante, nuestra salud y nuestra seguridad personal. Muchas veces, con el día a día, no somos conscientes del valor que tienen y estas circunstancias adversas y de gran incertidumbre deben conllevar una mejor valoración de su tenencia.
Y, para finalizar, otra petición que les hago para cuando acabe todo esto. Es la de que seamos mejores personas. Ya se lo dije días atrás en mis intervenciones en medios de comunicación o en mis redes sociales. Esto no debe caer en saco roto y debemos acostumbrarnos a esa ola de solidaridad y ayuda mutua que los españoles están ofreciendo cada día.
Se trata de una ayuda en muchos casos anónima, mínima, pero no por ello menos importante. Gracias a todos por construir una sociedad más justa en momentos tan complicados y tan adversos.
Ese fondo nos debe quedar para el futuro, echando a un lado todo tipo de rencor y de disputa innecesaria.
Seamos positivos y quedémonos con lo positivo de todo esto. Estamos aprendiendo a ser mejores personas y a valorar lo realmente necesario. El resto, nos sobra y nos debe sobrar en el futuro.
Ánimo amigos, ya nos queda menos para pasar esto.
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