La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a tres años y medio de prisión a un hombre por robar en una gasolinera de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), que ya había atracado en varias ocasiones.
En la sentencia, remitida por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) y consultada por Europa Press, el juez lo condena por un delito de robo con violencia e intimidación con la agravante de reincidencia y le impone el pago a la gasolinera de 830 euros, cantidad que robó en la ocasión por la que ha sido condenado.
El juez considera probado que este hombre el día 8 de enero de 2018, sobre las 19,40 horas, con la intención de obtener un beneficio económico, entró en la citada gasolinera y, esgrimiendo un objeto
punzante no determinado, se dirigió al empleado del establecimiento, le pidió el dinero y éste, atemorizado, le hizo entrega de 830 euros de la recaudación del negocio, huyendo el acusado rápidamente del lugar.
Este hombre ha sido ejecutoriamente condenado en sentencia firme dictada por el Juzgado de lo Penal Número 12 de fecha 11 de febrero de 2011 por cinco delitos de robo con intimidación a la pena de once meses y tres años de prisión por cada uno de los restantes.
El tribunal ve responsable a este hombre de dicho delito por su participación en la ejecución de los hechos como resulta del visionado de las imágenes grabadas por la cámara del establecimiento y por la instrucción realizada por un agente de Policía, que identificó al acusado, "sin el menor atisbo de duda", según reiteró en el juicio.
Este agente además manifestó que el ahora condenado cuando fue detenido el día 11 de enero llevaba puesta la misma ropa que viste en las imágenes extraídas de la grabación y dicha identificación junto a la testifical del empleado de la gasolinera resultan "pruebas válidas, suficientes y plenamente convincentes" al tribunal para considerarlo responsable del delito.
Todo ello, a pesar de que el empleado que denunció los hechos declaró en sala que casi dos años después no estaba seguro de que fuese él el autor del robo ni recordara con seguridad que fuera el mismo el que entregó las imágenes de la cámara de seguridad. De hecho, la juez le insistió durante su declaración que estaba bajo juramento y éste aseguró no haber "recibido amenazas" si por parte del acusado ni de nadie de su entorno.
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