Mientras en el Palacio de la Zarzuela los nuevos ministros del primer Gobierno de coalición de la democracia en España (PSOE y Unidas Podemos) tomaban posesión de su cargo, en el Salón Colón, a las 10.45 de la mañana, el Gobierno socialista de Juan Espadas, con el apoyo de Adelante Sevilla, amarraba el Presupuesto 2020 para Sevilla con su aprobación definitiva. Atrás queda el fantasma de una nueva prórroga presupuestaria como la que se vivió en 2019 y por delante, una de las cuentas más madrugadoras de los últimos cuatro años. De hecho, Sevilla es la primera capital andaluza en contar con unas cuentas para este ejercicio. El acuerdo era ya conocido, estaba rubricado, presentado en sociedad y este lunes ha protagonizado su último episodio formal.
Pero la aprobación del Presupuesto municipal dibuja un nuevo mapa político por ensayar en la ciudad que coincide, además, con el ensayo que supone la puesta en marcha en el ámbito nacional del primer Gobierno en España de coalición (PSOE y Unidas Podemos). Al igual que en la Nación dicho acuerdo ha ensanchado la brecha que separa a derecha e izquierda, el Presupuesto acordado entre PSOE y Adelante Sevilla ha agrandado la distancia para alcanzar posibles acuerdos con las fuerzas políticas municipales de la derecha. Al menos, con el PP y Vox. El portavoz de Ciudadanos, Álvaro Pimentel, ha dejado claro que si el alcalde necesita del apoyo de su formación, como ya ocurrió en el mandato anterior, para “desbloquear asuntos en los que no encuentre el apoyo” de otras fuerzas, “aquí estamos”. Pimentel ha hecho así valer sus cuatro concejales, idéntico número que Adelante, para conseguir “acuerdos de moderación”. Llegado el momento, habrá que ver el grado de maniobra del que dispone el grupo municipal de Cs, con una Junta de Andalucía sostenida al 50% por su partido.
El alcalde Juan Espadas ha instado a Adelante Sevilla a ensayar “otra manera de controlar la ejecución presupuestaria para repetir” el acuerdo en próximos ejercicios. Lo ha hecho después de que el portavoz adjunto de la confluencia, Daniel González Rojas, advirtiera a la bancada socialista de que su partido había sido responsable y que sería “exigente”. “De ustedes, y sólo de ustedes (en alusión al PSOE), depende que haya un presupuesto en 2021”, ha recalcado, después de pedir “calma” a PP, Cs y Vox: “Ni este presupuesto es socialista ni comunista. Es necesario. Yo llego un rato mirando al techo y todavía no se me ha caído encima. No teman, no se va a romper España”.
Espadas ha recogido, no obstante, el guante de Cs, con el que “espero llegar a acuerdos. Ustedes son más serios”, ha aludido tras reprochar al PP su “sobreactuación”. Ha sido la intervención del portavoz adjunto de los populares, Rafael Belmonte, la más crítica y dura de las que se han escuchado esta mañana en el Pleno “técnico” de aprobación final del Presupuesto. Belmonte ha calificado las cuentas de “fraude político” y “rendición” del Gobierno municipal al “populismo de izquierdas”. La polarización política ha convertido el Salón Colón en un trasunto de la Carrera de San Jerónimo que, el tiempo dirá, si ha venido para quedarse los años que restan de mandato.
El alcalde ha aprovechado su intervención para poner deberes al flamante nuevo Gobierno de la Nación. “Este Presupuesto no satisfará todas las necesidades de la ciudad, porque los ayuntamientos tenemos un serio problema de autonomía. Necesitamos más inversión pública y para eso no podemos tener las restricciones que tenemos”, apuntando a las leyes de estabilidad aprobadas por el ministro del PP Montoro en 2012.
El pleno de aprobación definitiva del Presupuesto 2020 ha arrancado con la comunicación por parte de la delegada de Hacienda, Sonia Gaya, de la desestimación de las seis alegaciones presentadas, entre ellas, la de la Asociación en Defensa del Patrimonio (Adepa).
El presupuesto consolidado del Ayuntamiento junto con sus organismos autónomos y empresas municipales asciende a 1.029.651.484 euros, 63 millones más que el anteriormente vigente.
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