Hoy, tras su publicación el pasado mes en el Boletín Oficial de la Provincia, entra en vigor la ordenanza del Ayuntamiento de Sevilla que regula el uso y la circulación de los denominados vehículos de movilidad personal (VMP), entre los que destacan por su mayor proliferación los patinetes eléctricos. A falta de una norma para toda España, que ha anunciado pero que aún no ha acabado de redactar la Dirección General de Tráfico, el de Sevilla y otros ayuntamientos han tratado de suplir el vacío legal existente con ordenanzas propias, a cada cual más dispar. Valoramos en su día positivamente la iniciativa del gobierno local de ofrecer al menos un marco normativo, aunque la casuística revela nuevos problemas inicialmente no previstos.
Recientemente, una invidente sevillana ha sufrido heridas de consideración al tropezar con un patinete de los muchos de alquiler que los usuarios abandonan en cualquier esquina sin reparar en el riesgo que suponen para personas discapacitadas, mayores y niños pequeños. Al contrario que, por ejemplo, las bicicletas de Sevici, no existen ni se exigen espacios acotados para el estacionamiento de los patinetes, que se han convertido así en una nueva amenaza para los viandantes. Urge, pues, que el Ayuntamiento y las empresas aborden una solución a este problema. Los patinetes no pueden convertirse en vehículos de usar y tirar en cualquier parte.
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