Hace un año, el arquitecto Antonio Barrionuevo presentó en su colegio profesional una propuesta alternativa a la línea 3 del Metro, Pino Montano-Los Bermejales: un tranvía rápido Norte-Sur que discurriría en superficie por las grandes avenidas y que conectaría incluso a un mayor número de barrios y centros hospitalarios, amén de Palmas Altas, a un coste de 120 millones de euros frente a los 1.179 del Metro, un 90% más barato. Ahora, el alcalde aboga por sustituir tramos soterrados de las futuras líneas de Metro por otros en superficie para abaratar el coste.
Además, análisis de expertos independientes ponen de manifiesto que incluso la actual línea 1 del Metro sevillano es difícilmente justificable cuando se le aplican las ratios internacionales de número de usuarios por cada millón de euros invertido, por lo que se necesitaría una ingente cantidad de viajeros para calificar de adecuada la inversión de 3.706 millones de euros que se calculó hace diez años para la ejecución de las tres líneas pendientes. ¿Necesita realmente Sevilla una red de Metro o se pueden satisfacer las necesidades de movilidad con otros medios? Doctores tiene la Iglesia. En todo caso es ahora, cuando la Junta anuncia la revisión de los proyectos pendientes, el momento oportuno de analizar la propuesta de Espadas, para no incurrir ni en proyectos sobredimensionados ni tampoco caer en la cortedad de miras.
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