En el fútbol se ha acuñado el término “Messidependencia” para expresar la enorme subordinación del equipo del F.C. Barcelona a su estrella, Leo Messi, uno de los mejores jugadores de la historia. Cuando falta o falla Messi no hay alternativa en el resto de futbolistas. “Mutatis mutandi”, el Colegio de Economistas y la Universidad Loyola han puesto de manifiesto en el II Barómetro Económico de Sevilla que la economía de la ciudad también padece su particular “Messidependencia”, un rol que en nuestro caso juega el turismo, algo de lo que reiteradamente venimos advirtiendo desde estas páginas. En esta misma línea se ha pronunciado el decano de los economistas: “no es adecuado -ha dicho- poner todos los huevos en una misma cesta; no es una economía buena la que tiene esa dependencia; el modelo de Sevilla, basado en el turismo, no genera empleo al estar marcado por la temporalidad, con lo que no conseguimos bajar del 20% de paro”.
Y es que pese al boom turístico que vive la ciudad, nuestra tasa de desempleo superó durante el primer trimestre por primera vez la tasa andaluza. Con este cuasi monopolio económico corremos el riesgo de que cualquier problema grave que afecte al sector, como ocurrió tras los atentados a las torres gemelas, provoque una recesión en la economía sevillana similar a la que acaeció con el final de la avalancha de visitantes tras la Exposición Universal del 92.
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