El entrenador del Betis, Quique Setién, no cree que su equipo se "juegue la temporada en una semana" que culmina con la vuelta de la semifinal copera del jueves en Valencia, a la que calificó de "partido importante", pero advirtió de que después "quedarán muchas jornadas para hacer muchas cosas positivas".
Tras un último entrenamiento en Sevilla, Setién afirmó en rueda de prensa que seguirá trabajando "para cumplir el objetivo de entrar en Europa", con independencia de lo que suceda "el jueves contra el Valencia", cuando "habrá dos equipos con el mismo deseo de jugar la final, pero no" que "el tema sea tan dramático".
El técnico cántabro admitió que "hay jugadores con secuelas" del partido del jueves frente al Stade Rennes francés, porque "no han pasado ni 48 horas y la gente no se ha recuperado", pero confió en que "los que estén compitan con la máxima exigencia para superar al Real Valladolid".
El preparador bético le concede "máxima importancia" al partido en el Nuevo Zorrilla, porque "jugar una final es muy importante, pero meterse en Europa a través de la Liga puede serlo más", y por eso debe "privilegiar a través de las decisiones", pues aunque le "gustaría ganar siempre", el Betis "da el nivel que da" porque carece de "la facilidad de otros equipos para sacar los partidos".
Se congratuló por el regreso del lateral diestro Francis Guerrero, quien "está mejor de su lesión y echará una mano" a un plantel que pierde al delantero Jesé Rodríguez, quien "sigue arrastrando unas molestias", y al centrocampista argentino Giovani Lo Celso, que descansará para "llegar fresco" al duelo de Mestalla.
Pese a la eliminación de la Liga Europa a manos del Rennes, Setién aseguró que "los ánimos siguen firmes" porque su equipo "cuando da un paso atrás, siempre" le "ha servido para coger impulso", pero también espera "rescatar las cosas bien hechas" ante el conjunto francés.
También consideró que el centrocampista mexicano Andrés Guardado acertó al señalar la escasa inteligencia de su equipo en el partido contra el Rennes, pues es algo que él mismo ha "dicho muchas veces en el vestuario, que hay que ser inteligentes", y por eso las palabras del internacional azteca "es una crítica a ellos mismos".
"A veces en el campo no se toman decisiones correctas. Nuestra filosofía es complicada de cambiar y son los jugadores los que tienen que regular los momentos dentro del campo. No son máquinas y con tensión, incluso en jugadores de la experiencia de Guardado, es complicado tomar decisiones correctas. Nos pasó el otro día e incluso en partidos ganados", concluyó.
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