La línea 1 del Metro sevillano transportó el año pasado un total de 16.936.054 viajeros, lo que supuso 906.179 más que en el ejercicio precedente y un incremento del 5,65%. Todavía no se ha alcanzado la previsión que hizo el grupo ganador del concurso convocado en su día por la Junta de Andalucía para su construcción y explotación y que consistía en 16 millones de pasajeros el primer año y en llegar a los 21 millones anuales a lo largo del lustro siguiente, el cual concluyó realmente en 2014.
Sin embargo, no hay que olvidar que el estreno y la operación de este medio de transporte se ha producido en medio de la peor crisis económica de la historia reciente, una crisis que ha ralentizado su crecimiento y tras la cual, una vez dada oficialmente por concluida, ha experimentado un notable avance que alimenta aún más el optimismo sobre su futuro. Puede decirse con fundamento de causa que el Metro sevillano ya ha alcanzado la madurez. Su crecimiento, próximo al millón de usuarios en un año, permite afirmar que hay una masa crítica suficiente para justificar la construcción de nuevas líneas en vísperas del décimo aniversario de la inauguración de la primera. Los 141 millones de viajeros transportados en total a lo largo de este decenio son el mejor aval para abordar de una vez por todas la expansión de la red. Argumentos económicos y de demanda hay ya de sobra y sólo falta la luz verde política.
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