Poca gente sabe que una empresa sevillana se quedó hace años con otra catalana de su sector y con una importante cartera de clientes en Iberoamérica al conocer que sus ancianos propietarios carecían de relevo generacional para la misma, por lo que aquéllos estuvieron encantados de facilitar su transmisión con tal de que se preservara su legado. Por eso nos ha parecido magnífica la iniciativa de Ciudadanos, apoyada por el resto de grupos municipales, de que el Ayuntamiento de Sevilla cree un Registro Público que facilite el contacto entre los empresarios que quieran traspasar su negocio porque no vayan a continuar al frente de los mismos y los nuevos emprendedores.
Como ha dicho el portavoz naranja, Javier Millán, un negocio ya existente y establecido puede suponer una importante ventaja a la hora de competir en el mercado, ya que cuenta con solidez, conocimiento y clientes fidelizados, puntos fuertes que se pierden por la falta de sucesión y que pueden ser aprovechados por los emprendedores. Ahora bien, no basta con crear el Registro y dejarlo colgado en Internet. Hay que hacer una campaña de difusión para que se conozca su existencia y arbitrar también mecanismos de supervisión y de ayuda a los emprendedores con el fin de incrementar las posibilidades de pervivencia de las empresas en el tiempo y para que la inexperiencia de aquéllos no se convierta en un factor de riesgo.
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