La Taberna de los Sabios

El nuevo presidente y el peso de la púrpura

Ojalá consigas ilusionarnos de nuevo con una Junta de Andalucía que hace ya mucho tiempo dejó de ser luminosa

Publicado: 16/01/2019 ·
09:51
· Actualizado: 16/01/2019 · 09:51
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Autor

Manuel Pimentel

El autor del blog, Manuel Pimentel, es editor y escritor. Ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales

La Taberna de los Sabios

En tiempos de vértigo, los sabios de la taberna apuran su copa porque saben que pese a todo, merece la pena vivir

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Hoy serás investido como presidente de la Junta de Andalucía. Te deseamos mucha suerte en el envite, que falta te hará. Estás nervioso por la responsabilidad que contraes y temes fracasar en el intento. Experimentas el peso de la púrpura, como se la conoce desde tiempos bizantinos. Esa inquietud es sana, sólo un insensato no se inquietaría ante el futuro incierto que te aguarda. Pero, por otra parte, estás ilusionado y orgulloso. Has llegado hasta arriba. Nadie creía en ti y has conseguido lo que parecía imposible apenas unas semanas atrás. Vas a convertirte en el primer presidente no socialista en la tierra de María Santísima, una forma de hacer historia.

Tus enemigos te minusvalorarán al recalcar que, en verdad, obtuviste unos malos resultados y que ha sido el albur de los pactos el que te ha elevado hasta el poder. Es cierto. Pero al igual que los buenos delanteros centro siempre están donde deben estar para hacer gol con un simple toque, tú supiste situarte en el sitio adecuado en el momento correcto y, además, remataste con éxito el pacto a dos bandas, arriesgado y complejo. Sabes que los gobiernos de coalición no son cómodos, pero también tuviste claro que lo primero era alcanzar el poder y después centrarte en el afán de cada día. Lo conseguiste, llega la hora de la verdad. Y, mientras caminas hacia tu nuevo despacho, te preguntarás en silencio: Y ahora, ¿qué?

Ahora te toca gobernar, impulsar medidas y leyes que mejoren nuestras vidas y que construyan una mejor Andalucía para todos. Tan fácil de decir como difícil de conseguir. Ambiciones, intereses, apriorismos ideológicos, resistencias internas, enemigos diversos, limitaciones presupuestarias, traiciones, corruptelas inesperadas, dudas y presiones de todo tipo lastrarán el rumbo de la nave. Haz lo que tengas que hacer pronto, cuando aún mantengas intacta tu ilusión y energía. Después, céntrate en gestionar lo hecho. Conoces la máxima política: lo que no se hace en los primeros meses, ya no se hará en el resto de la legislatura. Junto a tus socios, habrás marcado tus prioridades para Andalucía. Te decimos las nuestras. Mejora de la economía, creación de empleo e impulso de la cultura, donde somos una auténtica potencia mundial. Ojalá triunfes con ellas.

Tu entorno te halagará. Pronto encajarás mal las críticas y buscarás rodearte de fieles que te regalen el oído. Gran error. Comenzarás entonces el camino hacia tu decadencia. Ten cuidado. España siempre mató a sus héroes. A los españoles en general y a los andaluces en particular nos produce un placer morboso el abatir a quienes antes ensalzamos. Mira a tus predecesores en San Telmo y adivinarás el destino que te aguarda si no juegas con sabiduría y prudencia las cartas que se te han entregado. Hoy parecen buenas, mañana quizás desvelen el cruel farol del joker sonriente. Dos presidentes de la Junta de Andalucía se encuentran en el banquillo, abandonados por casi todos cuando, en verdad, se tratan de personas honradas. Pero eso, ¿a quién importa? Han caído en desgracia y lo que más nos gusta es asistir al escarnio público del antes poderoso. Siglos atrás acudíamos con gozo a los Autos de Fe, hoy aplaudimos excitados la cacería del hombre derrotado. Y tu predecesora tampoco lo estará pasando nada bien, sabedora que los suyos afilan el alfanje para decapitarla políticamente. En San Telmo gozarás las efímeras mieles de la gloria, pero, prepárate para las hieles del mañana, porque ese es el pago que el destino exige a las gentes del poder.

Andalucía es muy importante. Mucho. Sé un presidente digno de ella. Piensa en grande, con generosidad y a largo plazo. Ojalá consigas ilusionarnos de nuevo con una Junta de Andalucía que hace ya mucho tiempo dejó de ser luminosa. Y recuerda las hermosas palabras de Blas Infante, Andalucía por sí, para España y la Humanidad. Que así sea, amén.

 

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