El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Delegación de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, junto con la iniciativa RE-FACT (International Workshop Of Industrial Heritage, un movimiento de cooperación entre universidades europeas, entre ellas la Hispalense, el TICCIH España (Comité Internacional para la Conservación del Patrimonio Industrial) y, por último, la asociación Salvemos La Trinidad han colaborado en la publicación de un informe de carácter científico, por título Obsolescencia y oportunidad en la industria abandonada: fábrica de vidrios de la Trinidad, que contribuye a difundir la historia de este complejo industrial y también al debate público sobre sus futuros usos.
El delegado del ramo, Antonio Muñoz, ha asistido este viernes a la presentación de este documento coordinado por Benito Sánchez-Montañés, Luis González-Boado y Manuel Viggo Castilla, en un acto que han encabezado el experto en patrimonio industrial y profesor de la Hispalense Julián Sobrino; Marina Sanz, en representación de la plataforma Salvemos La Trinidad, y el propio Benito Sánchez-Montañés.
Antonio Muñoz ha ensalzado la oportunidad de tal publicación justo en un año fructífero para la futura rehabilitación y la puesta en uso de la antigua fábrica de vidrios, abandonada desde la pasada década de los 90. Por un lado –ha recordado–, la firma del convenio de urbanístico de colaboración que permitía desbloquear los suelos, así como la posterior aprobación del Plan Especial. Y, por otro lado, el visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico de Sevilla a las obras de consolidación del inmueble, cuyo comienzo –ha anunciado– es inminente.
Este Plan Especial ha garantizado una “protección adecuada” del conjunto industrial, tanto para las edificaciones como en el entorno físico, así como generar espacios abiertos y públicos e incorporar al patrimonio municipal una parte esencial del complejo –la nave principal de la fábrica de vidrio–. “Han sido trámites administrativos necesarios, con los que se desbloquea el proyecto y tras los que, además de la propia iniciativa del gobierno de la ciudad, existe el impulso decisivo imprimido por las entidades vecinales y ciudadanas y expertos como Julián Sobrino y, por supuesto, la implicación de la plataforma Salvemos La Trinidad”, ha indicado Antonio Muñoz, quien ha querido agradecer a todos el empeño en la recuperación de un espacio de arquitectura industrial referente en Sevilla.
Ese trabajo científico, además de contener amplia documentación sobre la historia de la fábrica y su arquitectura, recoge apartados específicos sobre las potencialidades del edificio, así como propuestas concretas planteadas por cinco estudiantes universitarios sobre los posibles usos y diseños a raíz del workshop realizado en Sevilla en mayo de 2017. “Sin duda, marcan el camino para el debate científico y ciudadano para definir entre todos qué usos tendrá el complejo”, ha explicado el delegado.
“Desde este gobierno municipal compartimos el punto de partida de esta iniciativa. Reutilizar, reactivar y rediseñar los espacios y equipamientos de la arquitectura industrial desde un debate científico, y siempre abierto y con conclusiones consensuadas”, ha remarcado Antonio Muñoz. Tenemos por delante un gran reto: en cuanto acaben las obras de consolidación por parte de la Junta de Compensación del inmueble cuya titularidad pasará al Ayuntamiento debemos definir un proyecto de ciudad para recuperar la fábrica como punto estratégico de la ciudad. Esta publicación, por tanto, nos sirve como punto de partida de análisis y de trabajo para los próximos años”, ha concluido.
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