El torero Francisco Rivera fue el encargado de anunciar el pasado sábado el pregón de la Velá de Santiago y Santa Ana. Dio el pistoletazo de salida a esta fiesta que hoy llega a su colofón con la celebración de la festividad de Santa Ana, alcanzando así la conclusión de esta nueva Fiesta Mayor de Sevilla. Pero antes, ayer, el diestro trianero pasó por las cámaras del programa Viva Triana de Ondaluz TV para valorar el pregón pronunciado y compartir sus experiencias más profundas con su barrio de Triana, y donde quiso aprovechar para asegurar “que nunca más” volverá a torear.
Echo mucho de menos torear y aunque retirarme fue una decisión muy difícil, pero fue acertada. Hay que saber irseLo primero que llamó la atención de su entrevista fue su opinión sobre la experiencia vivida hace unos años cuando se presentó a hermano mayor en la Esperanza de Triana. “No es que tuviera especial ilusión por ser hermano mayor. Mi ilusión era porqué mi abuelo lo fue y porque creo que podía aportar mi granito de arena”, señala. Pero preguntado por si volvería a intentarlo en un futuro próximo, Rivera Ordóñez es claro y tajante: “Ahora mismo no lo veo.
Mi vida ha cambiado totalmente. Y luego, que cuando te metes en el mundo de las hermandades se complica todo. Queda feo decirlo, pero hubo venganzas muy feas por amigos que me apoyaron en su momento y eso no es lo que yo entiendo como debe ser una hermandad”, apostillaba el torero y empresario sevillano.
Sobre el pregón pronunciado el sábado reconoce que pasó “nervios” y que disfrutó más “escribiéndolo” en las semanas previas. “Un pregón en casa es una enorme responsabilidad y Triana es mi casa. Me subí allí para hablar de Triana, la que yo he vivido y vivo cada día, que en su mayoría es la Semana Santa y el Rocío”, argumentó Rivera Ordóñez, quien afirmó que ha pisado la Velá únicamente “una hora y media” en su vida cuando lo nombraron Trianero Adoptivo en el año 1997.
Sobre otros asuntos, referido a la popularidad que ostenta el diestro en todo el ámbito nacional, éste reconoce que donde puede pasear con su familia y estar tranquilo “es en Triana”. “Es más, aquí todavía me conocen como ‘el niño’ y es donde más arropado me siento. Cuando voy a Triana con mi mujer y con mis hijas me siento tranquilo porque ellas van a estar cuidadas en todo momento por los grandes amigos que tengo aquí”.
Sobre su vinculación con el toreo, Rivera Órdoñez reconocía delante de las cámaras de Ondaluz TV que “no” volvería a torear. “Me han ofrecido participar en un festival benéfico, pero para ponerme el traje de luces ya no estoy”, dijo. No obstante, no esconde su añoranza a la profesión que se lo dio todo. “Lo echo mucho de menos y aunque retirarme fue una decisión muy difícil de acertar, pero fue acertada. Hay que saber irse”.
El Pali “vive” 30 años después
El otro gran invitado de la noche fue José Antonio Palacios, sobrino-hijo del Pali y uno de los principales precursores del monumento aprobado en Pleno y que la familia desearía instalar “en la plaza Maestro Indalecia Prieto”, cerca del lugar donde nació y de su calle Tomás de Ibarra. “El Pali es una leyenda, sus sevillanas nunca dejan de sonar en nuestras vidas. Y aunque él no quería galardones, pero merece el homenaje de Sevilla”.
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