El Hospital de Valme de Sevilla ha solicitado al Juzgado de Instrucción 1, que investiga el accidente ocurrido el pasado agosto en uno de sus ascensores en el que murió una joven cuando era trasladada tras dar a luz, el desprecintado de dicho elevador, ya que va a cambiarlo junto al resto.
En un escrito dirigido al juzgado, al que ha tenido acceso Efe, la letrada del Servicio Andaluz de Salud (SAS) solicita a la jueza que se finalice la investigación pericial del ascensor número 3 "a la mayor brevedad posible" y se ordene el desprecintado "a fin de poder proceder a su desmontaje y sustitución" en los plazos previsto en el contrato de suministro y mantenimiento de ascensores licitado en enero de este año y adjudicado el pasado 18 de junio a la empresa Thyssen-Krupp.
En virtud de este contrato, los ascensores del hospital -entre ellos el número 3 en el que se produjo el accidente mortal- tienen que ser desmontados antes del 24 de septiembre ya que esa es la fecha prevista para comenzar a instalar los nuevos, que deberán estar plenamente operativos el 5 de noviembre y estar completamente renovados a fecha del 28 de enero de 2019.
Por todo ello, el SAS solicita al juzgado que ordene su desprecintado y desde éste se dio traslado a los peritos de Atisae y Taxo y a la Policía científica de forma "urgente" para que determinaran si necesitarán realizar nuevos exámenes del elevador siniestrado.
Los peritos de Atisae, que realizaron el primer informe descartando el fallo eléctrico o mecánico, respondieron el 12 de julio que no prevén que sea necesario "requerir el examen exterior o interior de cualquier parte del ascensor" e igualmente el perito designado de Taxo para hacer otro informe tampoco considera "necesaria otra inspección ni en el presente ni en el futuro", según su respuesta al juzgado del 11 de julio.
Igualmente, la Policía Científica ha respondido al juzgado, en un escrito del 16 de julio, que "no se cree necesaria la preservación de dicho elemento en orden a la realización de análisis futuros".
Tampoco la defensa del ascensorista de Orona investigado en la causa se ha opuesto al desprecintado del elevador en el que el pasado 20 de agosto murió la joven Rocío Cortes cuando era trasladada después de dar a luz a su tercera hija.
El ascensor se paró por una avería si bien cuando se abrió la puerta y el celador se disponía a sacarla, el elevador se activó y subió rápidamente, provocando un impacto por el que la joven falleció en el momento.
El ascensorista declaró como investigado el pasado enero y negó cualquier manipulación que pusiera en marcha el ascensor con la puerta abierta.
A petición de su defensa y también de la acusación particular que ejerce la familia de la víctima la jueza ha citado a declarar igualmente como investigador al celador que llevaba la camilla para el próximo 20 de septiembre mientras se investiga el borrado de la CPU del aparato y las averías y reparaciones previas de una pieza del motor.
Al haber transcurrido casi un año de la apertura de diligencias, el juzgado ha solicitado a la Fiscalía que se pronuncie sobre la ampliación del plazo, la declaración de la causa compleja o la continuación por procedimiento abreviado o archivo de la misma.
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