El secretario general de la Asociación de Industriales y Exportadores de la Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de Mora, afirma que el sector tiene la sensación de que las autoridades españolas “han sido demasiado prudentes” ante la crisis de la aceituna negra fruto de la subida de los aranceles estadunidenses aprobados por al Comisión del Comercio internacional la pasada semana. “Echamos en falta que haya un mayor peso” político de España en la Unión Europea, “o al menos -dice- que se hubiera intentado influir más en las decisiones que ha tomado la Comisión Europea.
De todas formas, durante su intervención en el programa Citas con la Actualidad de Ondaluz Sevilla TV, de Mora también aclara que “quien podía haber hecho más es la Comisión Europea que es la que tiene las competencias en comercio internacional”. Sin embargo, “se ha mantenido en un nivel jurídico-técnico, en el que hemos colaborado con el gobierno de España y la Consejería de Agricultura. Pero en el nivel político-diplomático no hemos conseguido que la Comisión se implique y, de hecho, lo sigue haciendo, sigue esperando a que tengamos una resolución definitiva dentro de unos días, cuando el día 11 se hizo la votación y la decisión ya está tomada”.
Decisión que puede tener consecuencias desastrosas en Andalucía, como comunidad autónoma que lidera el sector en cualquiera de sus parámetros, ya sea el de la producción, la transformación o la venta, llegando a alcanzar en algunos de ellos hasta el 90% del mercado nacional.
Efectos inmediatos
Si bien advierte que es pronto para cuantificar en datos exactos los efectos de la subida arancelaria, el secretario general de Asemesa sitúa el efecto más inmediato se en la próxima campaña, que comienza en septiembre. Según sus cálculos, casi un 30% de la aceituna negra que se recogía “se va a quedar en el árbol y eso va a tener consecuencias, menos jornales, menos elaboración en las empresas, ajustes de plantilla”.
Situación que pone en juego entre el 20 y el 30% del empleo de todo el sector, pero esto va a depender de la zona y las empresas. Hay empresas que esto les va a suponer entre el 25 y el 40% de su facturación y otras que les puede suponer un 5%, con lo cual habrá empresas que sean capaces de incrementar su renta en otros mercados porque tengan sus productos más diversificados; otras que no
Alternativas ajustadas
La aceituna negra podría tener otros usos como “para aceite de oliva, que es una posibilidad que siempre está ahí como mal menor, y también se podría destinar para transformación como aceituna verde”. Sin embargo, de Mora señala que es un mercado que está “muy equilibrado, hay balance bastante ajustado entre producción y ventas, y cualquier intento de forzar la verde, la negra u otro producto va a producir un desequilibrio. “Pero es una salida que está ahí, aunque no vaya a a compensar”, según dice, “la pérdida de 35 ó 40 millones de kilos anuales de producto terminado que en el campo son casi 50 millones de kilos”.
En cuanto a la posibilidad apuntada desde de la Junta de Andalucía de trabajar en otros mercados, de Mora defiende que “vendemos aceituna a 140 países. Habrá pocos sectores que estén más diversificados. Es cierto que el mercado de EEUU es muy importante pero hay que tener en cuenta que la población es como la de la Unión Europea”. Pero se va a intentar, aunque no se hace de la noche a la mañana, “exigirá planes de promoción, asistencia a ferias; algo se conseguirá pero sustituir 40 millones de kilos requiere mucho tiempo”.
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