La propietaria del complejo hostelero Río Grande, Faeton Capital, ha asegurado este miércoles que la sentencia que ordena devolver la posesión de la terraza de copas a la antigua inquilina, Puerto de Cuba, "no es firme", "no produce el efecto de cosa juzgada", y sostiene que "sus pronunciamientos y fallo serán juzgados nuevamente".
A través de un comunicado remitido a Viva Sevilla, la sociedad dueña de Río Grande, que controla el empresario Miguel Gallego, ha adelantado su intención de recurrir ante la Audiencia Provincial de Sevilla el fallo, así como de emprender "acciones legales contra Puerto de Cuba y su representante legal, Pablo Castilla Bustamante, por sus graves y falsas acusaciones".
La querella alude al hecho de que los demandantes censurasen días atrás al propio Gallego por su "nulo respeto a las resoluciones judiciales, evidenciado con sus propios actos, ya que el mismo día en el que le fue notificada la sentencia, no tuvo ningún reparo en abrir al público la terraza que ocupa ilícitamente tras el desalojo", en un claro intento, según manifestó la soeciedad en otro comunicado, de "dilatar injustificadamente la reposición de las instalaciones al estado en que se encontraban antes del desalojo, así como su inmediata devolución".
Arrendamiento
Pese a que la resolución judicial considera probado que Puerto de Cuba y la anterior dueña del complejo mantenían vigente un contrato de arrendamiento, Faeton insiste en que la compra del complejo hostelero, consumada el 7 de noviembre del año pasado, se firmó "libre de cargas, gravamenes y arrendatarios".
La dueña de Río Grande defiende que la terraza de copas lleva abierta al público "desde abril, y no desde el 24 de mayo pasado", y que le consta que trabajando actualmente en la misma hay "75 empleados desarrollando sus funciones".
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