Editorial Sevilla

Piqueta sobre Aníbal

Nadie se acordó de incluir las naves industriales de Aníbal González en el Catálogo de Nervión y ahora se demolerán para construir pisos

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  • El edificio a punto de ser demolido. -

En Barcelona, que ha sabido convertir el legado arquitectónico de Antonio Gaudí en uno de sus principales activos patrimoniales y turísticos, sería impensable que se planteara la demolición de una de las obras, aunque fuera aparentemente menor, del genio nacido en Reus. En Sevilla tenemos el equivalente a Gaudí en Aníbal González, el arquitecto que proyectó las Plazas de España y de América en la Gran Exposición de 1929, pero como no hemos sabido valorarlo ni publicitarlo, aquí sí es posible ver cómo la piqueta amenaza de derribo unas naves industriales que diseñó en Nervión, para que se construyan pisos en su lugar.

Una vez más quedan en evidencia los graves errores del Plan General de Ordenación Urbana de 2006, redactado durante el mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín, en el que se dejó sin proteger gran parte del patrimonio regionalista de ese distrito. Para colmo, tras la suspensión de licencias de obra decretada por Espadas y la elaboración de un nuevo Catálogo para preservar ese legado, ni los técnicos de la Gerencia de Urbanismo ni los conservacionistas de Adepa, que ahora se rasgan las vestiduras, se acordaron de  pedir la inclusión en el mismo de las naves del gran arquitecto, y cuando se da la voz de alarma al verse en los muros los carteles de venta de los futuros pisos ya no hay remedio legal, salvo que el gobierno las compre o negocie su permuta. Aníbal González es otra víctima de la desidia sevillana.

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