El Juzgado de Instrucción número cuatro de Sevilla ha tomado este miércoles declaración como testigos a cuatro agentes de la Policía Nacional y un promotor y un aparejador de las obras de las viviendas de nueva planta construidas en la calle Macarena, en el casco histórico de la capital andaluza, en el marco de las diligencias incoadas por los altercados acontecidos durante el desalojo policial acometido en tales inmuebles a cuenta del episodio de ocupación acontecido en los mismos.
Según han informado a Europa Press fuentes del caso, los cuatro agentes de la Policía Nacional que este martes han testificado ante el Juzgado de Instrucción número cuatro habrían atribuido una agresión "directa" a una de las seis personas en prisión provisional por los citados altercados, mientras el aparejador de la obra habría ratificado la agresión sufrida sin atribuirla en concreto a ninguna de las personas encarceladas o investigadas y el representante de la empresa promotora de las viviendas habría asistido en calidad de perjudicado, sin haber estado presente en el momento de los altercados.
No habría prestado declaración, según las citadas fuentes, el agente de la Policía Nacional propietario de una de las viviendas afectadas por el citado episodio de ocupación y presente en el momento de los incidentes.
Como consecuencia de los citados altercados, según recordaban a Europa Press fuentes del caso, la citada instancia judicial tomaba recientemente declaración como investigadas a una docena de personas, por presuntos delitos como los de "daños, atentado, coacciones y lesiones". Además, y siempre merced a los incidentes vividos durante el desalojo policial de las viviendas, el juzgado mantiene actualmente en prisión a los seis activistas por el derecho a la vivienda detenidos aquella mañana.
NUEVO EPISODIO DE OCUPACIÓN
Las viviendas ocupadas, todas ellas de renta libre, han sido construidas en la parcela de la calle Macarena que otrora acogiese el centro ocupa Casas Viejas, icono del movimiento ocupa de Sevilla y desalojado allá por 2007. El episodio de ocupación habría comenzando con una primera pernocta protagonizada por unas 25 personas, que se instalaron en estas viviendas con "colchones y mantas".
Pero la mañana posterior a la ocupación, la Policía Nacional desplegó un dispositivo para el desalojo, que, según informaban a Europa Press fuentes policiales, fue plenamente consumado y se saldó con la detención de seis personas relacionadas con este episodio de ocupación.
Y es que el desalojo habría incluido incidentes entre los agentes y los protagonistas de la ocupación, dado que mientras desde la Corrala Dignidad señalaban que los agentes habían "cargado con fuerza" y "dado porrazos" a los activistas, la Policía Nacional confirmaba que fruto de la intervención, resultaron "lesionados" varios miembros del colectivo ocupa y efectivos policiales.
Después de que el Juzgado de Instrucción número cuatro ordenase el ingreso en prisión provisional de los seis detenidos, su defensa ha solicitado ya su puesta en libertad, alegando que la privación de libertad supone una medida "desproporcionada" no sólo respecto a los hechos atribuidos a los detenidos, sino además con relación a las penas estipuladas para este tipo de delitos.
En cuanto a la docena de personas investigadas por los hechos pero no encarceladas, todos ellos han negado ante el juzgado que incurriesen en hechos violentos, asegurando que aquella mañana acudieron a las viviendas en cuestión para prestar "apoyo" a los protagonistas de la ocupación, que había comenzado la noche previa, llevándoles "café o mantas" por ejemplo. Así, estas personas habrían negado haber incurrido en delitos de daños, atentado, coacciones y lesiones con relación a la actuación de la Policía Nacional.
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