Sevilla

Dos murillos expoliados "vuelven" a Sevilla mediante copia murillista

El pintor y profesor de la Universidad de Sevilla Fernando García, último superviviente de la técnica murillista, "devuelve" los cuadros gracias a dos copias

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  • Fernando García -

El pintor y profesor de la Universidad de Sevilla Fernando García, considerado como el último superviviente de la técnica murillista, ha "devuelto" a Sevilla, a través de copias, dos obras de Murillo que el mariscal francés Soult expolió de la iglesia de Santa María la Blanca en 1810.

Fernando García (Carmona, 1973) fue uno de los dos artífices que devolvieron en 2008 el sentido iconográfico y devocional que Miguel de Mañara -noble sevillano del siglo XVII- propusiera para las paredes de la iglesia del Hospital de la Santa Caridad copiando fielmente cuatro de las seis pinturas de Murillo que representaban las obras de Misericordia corporales.

En el caso de Santa María la Blanca, y tras un exhaustivo estudio previo del restaurador Juan Luis Coto, que fue director del equipo de restauradores de la Catedral de Sevilla entre 1980 y 1991, las dos obras emuladas son 'Triunfo de la Inmaculada Concepción' y 'Triunfo de la Eucaristía'.

Estas dos copias estarán desde el próximo octubre en los lunetos frontales de las naves laterales de Santa María la Blanca, ocupando así los lugares de las originales de Murillo, del que este año se celebra el cuarto centenario de su nacimiento.

Para Fernando García, tener ese contacto tan directo y ese "diálogo" con un pintor de un valor "inimitable" y de tanta repercusión como Bartolomé Esteban Murillo es "extraordinario".

En declaraciones a Efe, García ha precisado que no se trata solo de "copiar por copiar", sino de una "interpretación contemporánea que busca reproducir la emoción plástica de Murillo",y ha subrayado de Murillo que el conocimiento de la forma que tenía como dibujante y como colorista era "excepcional".

Ha recordado que estas obras fueron realizadas por Murillo en un momento en el que tenía "una pincelada de una soltura, de una maestría y de una agilidad genial, y que contaba con soluciones pictóricas tremendamente audaces y, en muchas ocasiones, adelantadas a su tiempo".

Además García ha apuntado que, gracias a que sus investigaciones han girado en torno al cuerpo humano en el arte contemporáneo, se siente "muy identificado" por el amor de Murillo por la figura humana, ya que se percibe en el pintor sevillano un "perfecto conocimiento tanto a nivel anatómico, como a nivel expresivo de cada parte de las figuras".

A su juicio, Murillo ejecuta "unas cabezas llenas de expresividad, unas manos muy complejas y articula la figura muy profundamente, intereses comunes que compartimos con cuatro siglos de diferencia".

Historiadores del arte como Enrique Valdivieso, catedrático de la Universidad de Sevilla y especializado en la escuela sevillana de pintura y concretamente en Murillo han afirmado a Efe que García es "el último superviviente de esa saga de aquellos que, a través de los siglos, han rendido culto y devoción a este gran artista".

Valdivieso ha asegurado de García que pinta "como los ángeles", con un gran sentido del tacto artístico, y traduciendo perfectamente los tonos y las pinceladas y que "pasados unos años, la gente dirá 'oh, oh, ¡qué Murillos tan bonitos son esos de ahí arriba', tras lo que habrá que decirles: 'Señores, ¡son copias, pero están hechas con el corazón!'".

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