Sevilla

Controlar los esfínteres con la rehabilitación neurológica rápida

Un estudio señala las ventajas de la rehabilitación neurológica rápida para el control de esfínteres

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  • Doctora Domínguez -

El Centro de Rehabilitación de Daño Cerebral Crecer, que dirige la doctora Rosario Domínguez y con sede en Sevilla, ha realizado un estudio a nivel nacional con 60 pacientes con daño cerebral adquirido y problemas para controlar los esfínteres, que demuestra las ventajas de la rehabilitación neurológica rápida para atajar esa circunstancia.

Así lo indica el centro en una nota en la que explica que uno de los principales problemas que padecen de los pacientes con daño cerebral adquirido --infartos, accidentes de tráfico o vasculares-- es no controlar los esfínteres, algo que los convierte en dependientes de sus cuidadores y que merma considerablemente su calidad de vida para el resto de su existencia.

El citado centro ha realizado un estudio a nivel nacional con 60 pacientes que están en esta situación. Según explica su director científico, el catedrático de Neuropsicología de la Universidad de Sevilla José León Carrión, "hemos diseñado un plan, adaptado a las circunstancias de cada caso, para rehabilitar a los pacientes con estas características, algo que es fundamental para conseguir que éstos lleguen a controlar sus esfínteres. El estudio demuestra que mientras más rápida sea esa rehabilitación, mejores resultados obtendremos".

"Aunque conviene resaltar que hemos logrado avances incluso con pacientes resistentes a los tratamientos, algo muy positivo no sólo para ellos, sino también para sus familias", explica Carrión.

'Crecer' acaba de exponer las conclusiones de este estudio en un congreso en Nueva Orleans bajo el título 'Neuropsychological rehabilitation of sphincter control after traumatic brain injury: the relevance of attention and executive functioning'. El estudio parte de la idea que destaca que los trastornos de las vísceras han llegado a ser un problema importante de salud y todo un desafío para la sanidad.

Además, "en muchas ocasiones estos trastornos se convierten en crónicos, y los casos terminan por ser resistentes a los tratamientos", explican desde el Centro de Rehabilitación.

Muchos de los pacientes que tienen daño cerebral sufren un trastorno en las vísceras, al ser ésta una de las principales consecuencias de un ictus o de un daño cerebral adquirido y provocarles una debilidad de coordinación del control de los músculos de los esfínteres. Al contar con una vejiga deteriorada, los pacientes necesitan ayuda y se convierten en dependientes a cualquier hora para defecar y orinar, "con la incomodidad y el malestar que ello genera a familiares y cuidadores".

El trabajo presentado en Nueva Orleans ha analizado, a partir de los casos que llegan a 'Crecer', cuál es "el papel del cerebro en la rehabilitación de los trastornos viscerales, así como qué variables del sistema nervioso autónomo determinan el curso y la eficacia de esta rehabilitación".

El otro objeto del trabajo ha sido "identificar cuáles son las funciones cognitivas asociadas al sistema nervioso autónomo que ayudan a que el control de los esfínteres en los pacientes con daño cerebral se pueda llevar a cabo", detallan.

Tras analizar el caso de los 60 pacientes de toda España, atendidos en 'Crecer' los resultados demuestran que los pacientes con daño cerebral traumático, que tienen un pobre control de los esfínteres, tienden a tener periodos de estancias hospitalarias mucho más largos y requieren más cuidados en sus casas tras el alta hospitalaria.

A ello se suma que la mayoría de esos pacientes, con daño cerebral y mal control de esfínteres, presenta problemas de autocuidado, de movilidad para la locomoción y requiere un plan de ajuste psicosocial y cognitivo. Por todo ello, llevan una vida limitada y dependiente.


IMPORTANTES MEJORAS

"El estudio analiza que los pacientes que necesitan una rehabilitación neuropsicológica y fisioterapéutica para volver a controlar los esfínteres, suelen mejorar notablemente después de las intervenciones terapéuticas. El momento idóneo para empezar el tratamiento es cuando el paciente está medicado y estable". En este sentido, el estudio concluye que, "para obtener los mejores resultados, lo ideal es empezar la rehabilitación lo antes posible".

"Con el trabajo y la programación terapéutica, el paciente podrá volver a controlar sus esfínteres, algo que no es tarea fácil, pero que se puede lograr", como explican desde 'Crecer'.

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