El que se excave o no en alguna de las naves de las Reales Atarazanas, hasta llegar a su cota original del siglo XIII y poder mostrar así el aspecto que tenían los astilleros en la época de Alfonso X, ya no es el principal punto de fricción entre la Junta de Andalucía y Adepa en sus negociaciones. Tras ocho meses de idas y venidas, el principal escollo ahora es el número de naves a excavar ya que la Junta -propietaria del monumento- por fin habría accedido a hacerlo en una de ellas, en concreto la séptima (la última y la más alejada de la calle Temprado), con el objetivo de lograr una postura consensuada respecto a la rehabilitación de los astilleros. Pero Adepa ha marcado una línea roja: “o se excava en al menos dos naves, o no hay acuerdo”.
En juego está que los conservacionistas retiren el recurso que interpusieren en mayo de 2016 en los juzgados en contra de la licencia de obras y que ha imposibilitado por el momento el inicio de los trabajos de restauración en el monumento con el objetivo de convertirlos en un nuevo centro museístico para el que la Caixa ha comprometido 15 millones euros.
Para los conservacionistas que la Junta haya pasado del no rotundo a excavar a acceder a hacerlo en la séptima nave “es un avance”, pero no es suficiente. “Eso sería como hacer un agujero inservible, ya que no mostraría el aspecto original de los antiguos astilleros medievales que es lo que nosotros pretendemos”, señaló a Viva Sevilla Joaquín Egea, presidente de Adepa, tras la última reunión mantenida este miércoles con representantes de la Consejería de Cultura.
Para Egea, el problema de base radica en que “la Junta prioriza el uso de las Atarazanas a la rehabilitación del monumento en sí”. Por ello desde Adepa insisten en preservar la identidad del edificio y en que se excaven, al menos, dos de las naves.
Y no en cualquiera de las siete que tiene el monumento, sino en la quinta y en la sexta. Los conservacionistas, que en un primer momento pedían llegar a la cota original de las últimas cuatro naves (las tres primeras no son de la época alfonsina), no ven con buenos ojos excavar en la séptima, tal y como ha ofrecido la Junta (para tener suficiente espacio en el resto del monumento), ya que ésta se encuentra muy pegada a la muralla y roza en una esquina de la Iglesia del Hospital de la Caridad. “No queremos que se metan ahí las máquinas, haya un problema y luego nos culpen a nosotros”, señala Egea.
Aún así, con tal de avanzar en las negociaciones, desde la entidad se mostrarían dispuestos a excavar en esta séptima nave, “siempre y cuando también se profundice en la sexta”. “O dos naves o nada”, repite Egea, que se queja de que en ninguna de las reuniones mantenidas con la Junta haya estado presente el arquitecto del proyecto, Guillermo Vázquez Consuegra.
Los avances
Pero no todo son fricciones en la negociación. Hasta la fecha la Junta ya ha accedido a realizar una serie de “modificaciones sustanciales” tales como cambiar el sistema de cimentación a través de micropilotes para evitar perforaciones, a eliminar la cafetería de la planta superior y a cambiar la entrada del monumento a su acceso histórico por la calle Temprado en vez de por Dos de Mayo.
Además, los conservacionistas han logrado arrancar a Cultura la posibilidad de conservar la techumbre del actual salón de actos (antigua fundición de los astilleros que ya fue rehabilitada por la Junta en el 2004 con un coste de 490.000 euros) y no fragmentarlo.
También, Adepa habría llegado a un “acercamiento” para que el mirador arqueológico ya incluido en el proyecto de Vázquez Consuegra (que se situaría junto a la muralla, en la parte más alejada de la calle Temprado) sea excavado más allá de sus 670 metros cuadrados de superficie, ya que considera que así no se podría observar la grandeza de los restos, por lo que pide que se excaven otros 1.000 metros cuadrados adicionales. Las escaleras mecánicas, por contra, sí continuan siendo un escollo ya que Adepa no las quiere. “Si tienen que estar, que sean bien escondidas”, indican.
Adepa y Junta se volverán a ver en una próxima reunión, después de que Cultura traslade a Vázquez Consuegra las últimas conversaciones.
Susana Díaz ya anunció que se desbloquearía el proyecto
La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ya anunció hace un mes que se desbloquearía el proyecto de las Atarazanas. Fue a comienzos de marzo, durante la inauguración del CaixaFórum Sevilla, cuando la máxima mandataria de la Junta aprovechó la coyuntura para solicitar a la entidad bancaria un empujón para el proyecto de Vázquez Consuegra, enquistado en los tribunales y sin que se pudieran iniciar las obras desde hace meses. “Ahora es el turno para desbloquear Las Atarazanas de Sevilla”, señaló Díaz por aquel entonces, comprometiéndose a que la situación estaría solucionada en unos meses.
“Éste -en referencia al CaixaFórum- no debe ser el último paso porque hoy hemos dado un paso más en la oferta cultural y en situar a Sevilla en los circuitos vanguardistas en nuestro país. Pero tenemos que dar un segundo paso, porque tenemos una deuda con la ciudad de Sevilla que se llama Atarazanas”, señaló, añadiendo que estaba “convencida de manera firme en que se hará un esfuerzo para que se termine uno de los emblemas que completará una oferta cultura de primer nivel para la ciudad”.
En estos mismo términos se expresó también durante la inauguración del CaixaFórum el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, quien dijo que “se conseguirá desbloquear entre todos el proyecto de las Atarazanas”, para lo que pidió “seguir trabajando juntos en los próximos años”.
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