Llamamiento general a la acción participativa que lanza la Red Sevilla por el Clima organizando, junto a varios artistas, una singular acción artística colectiva titulada “Buena Sombra” protagonizada por cientos de niños de colegios de Sevilla, reunidos para llamar la atención y reclamar más zonas de arbolado y vegetación en la ciudad.
La performance colectiva, de concienciación, sensibilización y llamada de atención al Ayuntamiento de Sevilla porque “nuestra ciudad abrasa”, será a las 12 horas en la plaza de San Francisco, este próximo viernes 24 de febrero.
El concepto se basa en una acción artística colectiva con escolares de varios colegios de Sevilla para comunicar la necesidad de mayor superficie de arbolado y sombra en la ciudad, como solución de adaptación al cambio climático que además permite incrementar el confort y la calidad de vida. Los escolares, más de 200 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 11 años, se agrupan en seis grupos, cada clase un grupo, para representar seis árboles a partir de hojas que traen consigo, generadas con cartón reciclado. El público que acuda para apoyar esta necesaria iniciativa podrá llevar otra cartulina verde y cobijarse en ella.
Las altas temperaturas no sólo empeoran nuestra salud, también merman la productividad y deterioran la calidad de vida, la imagen y la economía de nuestra ciudad. Todos conocemos casos de viajeros que evitan visitarnos o que abandonan nuestra ciudad al enfrentar las extremas condiciones del verano sevillano.
Pero esto no tiene por qué ser así. Sevilla y sus habitantes tienen una historia milenaria de cultura bioclimática: Jardines, pérgolas, esterones, cañizos, toldos, fuentes, patios, monteras, balcones con macetas, arriates, plantas trepadoras, buena sombra en definitiva, una antiquísima tradición bioarquitectónica que ha investigado constantemente para transformar al sol de enemigo en aliado.
Es responsabilidad de todos, recuperar lo olvidado y traer al presente lo mejor del pasado y del futuro. Aumentando la resiliencia y la eficacia de los edificios incorporando los avances tecnológicos para crear azoteas vivas con más vegetación, fomentando el uso eficaz de la energía fotovoltaica conectada a red, autoconsumo con balance neto, y la térmica-solar, además de promover una movilidad más inteligente y sostenible, a sabiendas de que es posible hacer de Sevilla un ejemplo de ciudad acogedora, especialmente durante la emergencia climática estival.
Ya se hizo para la Exposición Universal de 1992. Conscientes del riesgo que planteaba el extremo verano sevillano, un grupo multidisciplinar de investigación puso en marcha un pionero y ambicioso sistema bioclimático, el popular “microclima” que enamoró a los sevillanos y dejó boquiabierta a la comunidad internacional. Un sistema que, aunando tradición e innovación, consiguió bajar alrededor de 10 grados la temperatura del enorme recinto de la Isla de la Cartuja.
La Red Sevilla por el Clima es un grupo ciudadano abierto y convencido de la necesidad de actuar, diseñando estrategias para mejorar el clima desde el entorno urbano.