Juan Ignacio Zoido vuelve a tener en sus manos el destino de la antigua comisaría de la Gavidia tras su nombramiento como ministro del Interior, porque pese a los ríos de tinta vertidos sobre el futuro uso que debería darle el Ayuntamiento, si centro comercial o equipamiento público (o incluso demolerla), la realidad jurídica es que el Consistorio no es técnicamente aún dueño de pleno dominio del edificio, cuya propiedad sigue ostentando el Ministerio que desde hace unas semanas dirige el ex alcalde de Sevilla.
Diez años después de la firma del convenio entre el Ayuntamiento de Sevilla, dirigido entonces por Monteseirín, y el Ministerio del Interior para la adquisición para la ciudad de la antigua comisaría de la Gavidia a cambio de 9,9 millones de euros, el Consistorio sevillano ha sido incapaz de cumplir al 100% los términos del acuerdo, como tampoco el Departamento ahora encomendado a Zoido, por lo que Interior sigue ostentando sus derechos sobre el inmueble.
El convenio establecía que el Ayuntamiento se quedaba con la Gavidia y cedía diversas parcelas en barrios de la ciudad para que con los 9,9 millones de euros ingresados en la transacción el Ministerio edificara sobre aquéllas nuevas comisarías de Policía, entre ellas una en Nervión.
Solar de Cruzcampo
Sin embargo, al cabo de un decenio el Ayuntamiento todavía no ha podido cumplir el acuerdo de cesión del terreno en el solar de la antigua Cruzcampo para esa comisaría y se ha visto obligado a pedir año tras año a Interior una prórroga que le exima de tal compromiso hasta que se den las circunstancias urbanísticas para ello.
Mientras que la corporación municipal hispalense no entregue el solar en la Cruzcampo seguirá sin poder levantar la anotación existente en el Registro de la Propiedad sobre el edificio de la Gavidia, en que se hace constar que no se ha pagado en especie (suelo) una parte del precio acordado por ambas Administraciones.
Así pues, si un potencial inversor acudiera al Registro a verificar la situación real del inmueble en la Gavidia para adquirirlo y transformarlo en un hipotético centro comercial o en un hotel, comprobaría que la propiedad no es todavía plenamente del Ayuntamiento o, dicho de otro modo, que sigue hipotecada por el incumplimiento de la condición de la entrega del suelo en la antigua Cruzcampo y que por lo tanto Interior sigue ostentando unos derechos sobre el edificio y tendría que dar su visto bueno a cualquier posible operación sobre el futuro del mismo.
El Consistorio se comprometió a entregar al Ministerio una parcela de unos 2.000 m2 en la antigua fábrica cervecera de la avenida de Andalucía, parcela valorada en unos 613.000 euros, pero tras el estallido de la crisis económica, la quiebra de la compañía vasca que compró los terrenos y un recurso de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía contra la aprobación definitiva, en septiembre de 2012, del Plan de Reforma Interior (PERI) de la Cruz del Campo, la había sido imposible cumplir ese compromiso.
Diez años de espera
Ha habido que esperar todo un decenio para que se aprobara el proyecto de reparcelación de la Cruzcampo que permita realizar una nueva división de las fincas existentes en la Unidad de ejecución conforme al Plan de Reforma Interior y de manera que el Ayuntamiento pueda adjudicarse alguna de las parcelas resultantes y ofrecerla al Ministerio del Interior para la construcción de la futura comisaría de Nervión.
Sin embargo, tras esa aprobación inicial, acordada hace año y medio, ni en los archivos de la Gerencia ni en ningún otro departamento municipal, según las fuentes consultadas, aparece un acuerdo definitivo ni el cumplimiento del trámite de cesión del suelo a Interior, por lo que la situación, siempre conforme a la versión recibida, se mantiene en el mismo impasse de los últimos años.
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