Ecologistas cree que se ha aprendido "más bien poco" de la "catástrofe" de Aznalcóllar 18 años después
SEVILLA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Juan Romero, representante de Ecologistas en Acción en el Consejo de Participación de Doñana, cree que se ha aprendido "más bien poco" de "la mayor catástrofe ambiental conocida en Europa", en alusión al vertido tóxico ocurrido en la explotación minera de Aznalcóllar (Sevilla) el 25 de abril de 1998 por la rotura de un muro de contención de una balsa de decantación, y de lo que ahora se cumplen 18 años.
Según ha recordado Romero en un comunicado este domingo con motivo de dicha efémeride, "5,5 millones de metros cúbicos de lodos y 1,5 millones de litros de aguas ácidas recorrieron el cauce del río Agrio al río Guadiamar, entrando en las mismas puertas del Parque Nacional Doñana, quedando, por ejemplo en este espacio protegido tan emblemático, la Finca Matochal afectada por las aguas ácidas".
Para este representante de Ecologistas, "es una evidencia que esta catástrofe se podría haber evitado", y "sus consecuencias económicas y ecológicas supusieron un gasto presupuestario enorme", de modo que "sólo en retirar lodos hay que calcular que 5,5 millones de metros cúbicos de lodos es un volumen que requiere unos 180.000 camiones para retirarlos, y a ello hay que sumar todo lo que conlleva en mano de obra a pie de campo".
No obstante, "aquí quien contamina no paga, sino que además se le paga", ha criticado Romero, que tras incidir en que "se volvió a abrir la mina con una subvención de la Junta de Andalucía" y que "Boliden aprovechó algún tiempo más la mina y luego se hicieron los suecos, yéndose de rositas", ha aseverado que 18 años después del desastre "hemos aprendido más bien poco".
En ese sentido, ha criticado que "de nuevo se quiere poner las minas en manos de una multinacional, en este caso una multinacional mejicana cuyo historial está marcado significativamente por la peor catástrofe ambiental minera de ese país, ocurrido en 2014, con el derrame de 40.000 metros cúbicos de sulfato de cobre en el Río Sonora".
"Se cumplen 18 años y nos encontramos en Aznalcóllar con una corta llena de aguas ácidas, con unas escombreras lixiviando esas aguas ácidas y contaminando de forma difusa toda la cuenca del río Agrio y del Guadiamar", ha agregado Romero, que apunta que "a ello se suma la amenaza de la reapertura inminente de la mina, que a todas luces sólo puede conllevar reproducir los mismos modelos con las mismas situaciones".
Romero ha concluido remarcando que "hay proyectos que deben ser rechazados por completo y por siempre, porque suponen una amenaza para la supervivencia de Doñana", y "hay que tener muy presente que Doñana genera muchísimos puestos de trabajo, con la diferencia de que el empleo que genera es sostenible a largo plazo si logramos mantener el recurso, es decir, una Doñana saludable y conservada en sus valores".