La Fundación Atarazanas ha interpuesto este jueves ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento un recurso de alzada contra el acuerdo de la licencia concedida a La Caixa para acometer las obras previstas de rehabilitación en las Reales Atarazanas según el proyecto del arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra. El recurso, según señala la entidad conservacionista en un comunicado, ha sido preparado y fundamentado jurídicamente por el prestigioso Bufete el Prado. Dicho bufete tiene una gran experiencia en este tipo de casuística, siendo reconocida por su labor en la defensa de los Jardines del Prado de San Sebastián en el famoso caso de la Biblioteca Central de la Universidad de Sevilla.
En su solicitud de suspensión, la Fundación Atarazanas se apoya en "principios ineludibles que deben atenderse cuando se trata de un Bien patrimonial de la categoría de las Atarazanas", según señalan. Así, en primer lugar, "se trata de evitar el comienzo de las obras, pues a todas luces es algo no urgente e innecesario, antes de que el proyecto sea convenientemente analizado y evaluado, so pena de incurrir en graves daños irreparables al BIC que nadie entendería. Comenzando por el propio Ayuntamiento Pleno, quién precisamente decidió por mayoría el pasado 29 de enero la paralización de las obras".
Los fundamentos de derecho esgrimidos en el recurso advierten además de "las graves contradicciones que se plantean con la concesión de la licencia, pues no sólo atentan contra la normativa vigente del PGOU de Sevilla en sus artículos 10.3.15 y 10.3.16, sino también en lo que refiere al Plan Especial de protección del conjunto Histórico de Sevilla y más en concreto al sector 13 del Arenal, que afecta a las Atarazanas con el nivel A de máxima protección integral, lo cual advierte que ese nivel es el asignado a los edificios que deberán ser conservados íntegramente por su carácter singular de monumentalidad y por razones histórico artísticas, preservando todas sus características arquitectónicas".
Por el contrario, según señalan desde Fundación Atarazanas, "el proyecto para el que se ha concedido la licencia, no es de rehabilitación del monumento, sino de construcción de un nuevo espacio con obra nueva y volumetrías añadidas que suponen una ampliación de 2173,29 m2. Todo lo cual hace inviable la licencia de obras que precipitada y temerariamente se ha concedido bajo una manifiesta infracción de numerosos preceptos que contravienen gravemente el concepto de restauración que establecen todas las normativas locales regionales, nacionales e internacionales, los cuales se esgrimen a lo largo del recurso presentado, respaldado además por una solvente jurisprudencia".
"Llama la atención que los informes técnicos de la Gerencia de Urbanismo no entren a analizar ni una sóla coma del proyecto arquitectónico. Por el contrario sólo contiene afirmaciones huecas y retóricas, desprovistas de contenido sustantivo. No existe valoración ni memoria explicativa sobre las ampliaciones ni sobre la cimentación, siendo éstos aspectos muy sensibles y cruciales a la hora de conceder la licencia en un edifico de esta naturaleza. Ni tan siquiera se analiza el cumplimiento de la normativa aplicable, en especial los arts. 10.3.15 y 10.3.16 de la normativa urbanística del PGOU de Sevilla. Sin embargo sorprende mucho que sólo se atienda al dictamen de terceros (COAS) o la Comisión Provincial de Patrimonio, que han dado su visto bueno, sin considerar que las normativas y responsabilidades que emanan de estos organismos difieren en el fondo y en la forma de los que debe aplicar la Gerencia en el cumplimiento de sus competencias", señala Fundación Atarazanas en un comunicado.
En otro orden de cosas, la Fundación Atarazanas solicita a la Consejera Rosa Aguilar "que cambie el rumbo de los acontecimientos y evite males mayores". Así, y según el escrito, piden eue recupere el sentido de lo social estableciendo una conexión directa y cabal con la ciudadanía, a la que se ha mantenido al margen durante todo el proceso: "Debe comprender que lo que está ocurriendo no es baladí, ya que existe una contestación social masiva y plural al proyecto que no se puede enmascarar tergiversando aquí allá las declaraciones de los agentes que llevan años promoviendo la recuperación y revalorización de las Atarazanas. Pues, una cosa es estar a favor de unos usos y contenidos que la propia Fundación planteó hace años a la Consejería y a la Caixa, y que nadie discute por coherentes con la naturaleza del monumento y la historia de Sevilla, y otra es aceptar un erróneo proyecto arquitectónico, acelerado y torpe en su concepción, que altera sustancialmente la naturaleza histórica y patrimonial del edificio, y que jamás se mostró ni participó con la sociedad".
Así mismo, no se acaba de entender la actuación de la Consejería de Cultura en todo este asunto y la interpretación que hace del concepto “bien público”, puesto que, desoyendo el clamor social producido, más bien parece empecinada en proteger los intereses privados de La Caixa y Cajasol, como también los del arquitecto autor del infausto proyecto.
Por todo ello, finalizan, "la Fundación Atarazanas solicita a la Consejera una reunión urgente con los agentes sociales implicados para presentarle, desde una postura constructiva, una panorámica alternativa al proyecto actual, donde todas las voces y opiniones tengan cabida".
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