900 millones de euros sin invertir y 33.000 empleos, entre directos e indirectos, sin crear por culpa de los recortes en la licitación de obra pública en la provincia es la rotunda denuncia que realiza CCOO de Sevilla, que culpa de este “austericidio” a todas las administraciones y de todos los signos políticos, una tendencia que incluso ha continuado en 2015, con 79 millones menos invertidos que el año anterior.
“Los datos reflejan que los recortes en relación con la licitación de obra pública han sido llevados a cabo por todas las administraciones. El color político no ha influido en las políticas de recortes. El austericidio no ha tenido la oposición de ningún partido político”, ha denunciado el secretario general de CCOO Sevilla, Alfonso Vidán, que además asegura que consolidan un “maltrato histórico” a la provincia de Sevilla, especialmente desde el Estado, que la deja en el puesto 39 del ránking nacional.
Si el recorte global desde que comenzara la crisis ha supuesto un descenso del 80% en las inversiones, por un montante de 900 millones y con una estimación de 8.000 empleos directos no generados y unos 25.000 indirectos, la ausencia de inversiones ha provocado además que grandes proyectos se queden en el “limbo”, como los cercanías, la SE-40, los metros, los tranvías, hospitales y centros de especialidades, etc.
Vidán ha defendido que una apuesta por la licitación hubiera amortiguado la caída de los 70.000 empleos que ha sufrido la construcción, apostando por “la inversión pública como motor de la inversión privada y como pieza indispensable para la economía y la creación de empleo”.
Más rotundo ha sido el secretario de Acción Sindical y de Políticas Sectoriales, Carlos Aristu, que ha definido a Sevilla como “una especie de páramo” donde los proyectos clave “se han quedado en un limbo administrativo o metidos en los cajones de diferentes administraciones”, que además se ahorran la partida para gestión, un recorte “doble”.
Según Aristu, “en 2015 con respecto a 2014 el recorte ha sido de un 21,3%”, que se añade a los años anteriores y estas “teorías austericidas las aplican todas las administraciones”: un 20% el Gobierno Central, un 58,9% la Junta, un 33% la Diputación y un 34% de media los ayuntamientos.
Estos recortes de 2015, según Aristu, han afectado a “proyectos y obras de gran importancia social y económica”: en equipamiento social se ha recortado hasta un 22%, la caída en equipamiento industrial -clave en Sevilla para frenar la desindustrialización crónica- alcanza el 44,6%; en infraestructuras ferroviarias ha llegado al 58,3% y en otros transportes la merma ha sido del 27,5%.
“Mientras unos y otros se echan en cara qué proyecto no apoya el de enfrente”, apunta Aristu, “los sevillanos padecemos una inversión por habitante raquítica”, lo que ni crea empleo ni facilita la recuperación de la crisis”.
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