La Policía Nacional ha detenido en Sevilla a tres personas acusadas de realizar copias ilegales de productos y distribuirlas al por mayor para ser vendidas a través de mercadillos y bazares. Se trata de dos operaciones distintas contra la piratería y la fabricación ilegal de productos falsificados, en la que han intervenido más de 5.000 prendas de ropa y casi 3.000 colonias y perfumes de imitación de grandes marcas.
En una nota, la Policía ha informado de que ambas investigaciones se iniciaron como consecuencia de la labor de prevención y vigilancia que realizan los agentes para detectar la presencia de productos falsificados ya sean dispuestos para la venta al consumidor directo o para distribuidos al por mayor en establecimientos o a través de vendedores ambulantes.
De esta forma, los agentes detectaron la actividad que se realizaba en un trastero ubicado en un conocido polígono industrial de Sevilla en la que un hombre, conocido por los agentes por tener antecedentes policiales previos por delitos contra la Propiedad Intelectual e Industrial, almacenaba prendas de ropa de grandes marcas falsificadas.
Los agentes sorprendieron a este individuo cuando intentaba trasladar la mercancía ilegal desde el lugar de almacenaje hasta los distintos puntos de venta --mercadillos y bazares--, tras lo que hallaron más de 5.000 prendas de ropa y otros artículos de distintas marcas distribuidas en un total de 60 cajas.
Una vez intervenido todo el material ilegal, este hombre --que contaba con material de impresión de los emblemas y logos de las marcas para elaborar él mismo las copias ilegales-- fue arrestado y puesto a disposición de la Autoridad Judicial.
CASI 3.000 FRAGANCIAS FALSIFICADAS
En otra investigación similar de control realizada por los agentes sobre los núcleos industriales de Sevilla se inició un dispositivo policial en torno a un grupo de personas que circulaban en una furgoneta cargada con varias cajas y portes.
Los agentes intervinieron cuando los tres ocupantes del vehículo descargaban las cajas y las introducían en un domicilio donde una mujer recibía la mercancía. En el interior de las mismas, descubrieron que había casi 3.000 frascos de fragancias y perfumes de distintas grandes marcas que habían sido falsificadas.
Tras comprobar que dos de los ocupantes de la furgoneta no tenían responsabilidad en los hechos, los agentes detuvieron al otro que era el encargado de distribuir al por mayor los productos ilegales para su venta; así como a la mujer que recibía la mercancía ilegal para venderla al consumidor final.
Con estas dos operaciones, se ha conseguido desarticular dos puntos de distribución ilegal de productos falsificados en Sevilla en la lucha contra los delitos relacionados con la Propiedad Industrial e Intelectual.