Los vecinos de la avenida Eduardo Dato y alrededores, en el barrio de Nervión, contemplan cada día con impotencia cómo en las aceras de sus calles y sus portales se viven “escenas de tensión, con gritos, e incluso actos violentos” entre grupos de personas dedicados al comercio clandestino que se concentran en la zona desde hace ya varios años y que acuden al lugar buscando vender su mercancía (teléfonos móviles, televisores, material informático, sobre todo) aprovechando la existencia en esta calle de un establecimiento de segunda mano (un Cash Converter) en el que sí se puede realizar la compra venta de objetos de manera legal y con todas las licencias.
“Todos los días y hasta que llega la noche se forma un grupo de entre 20 y 30 personas que de forma individual o en bandas se disputan los clientes con la trampa de que venden más barato. Las peleas entre ellos son constantes y provocan mal ambiente e inseguridad entre los vecinos”, explicó a este periódico Luis Carrero, presidente de Nervión Unido, asociación vecinal que se creó en marzo del año pasado precisamente para que sus quejas, que se acumulan desde hace más de dos años, pudieran llegar al Ayuntamiento.
Carrero, que indicó que por culpa de las reyertas de estos grupos de comercio clandestino alguna persona mayor que caminaba por la zona ya “ha terminado en el suelo” y que los vecinos están hartos de los ruidos, la suciedad que dejan tras de sí e incluso de los “trapicheos con drogas”, señaló que los operativos de la Policía Nacional y Local que vigilan estas calles “son insuficientes”.
“Desde después del verano los agentes sólo acuden durante un par de horas al día y lo único que consiguen es que estas personas se trasladen a otras calles colindantes a continuar con su actividad (Marqués de Nervión, Goya, Cristo de la Sed o San Juan de Dios)”, dice Carrero. “Además -continúa- las multas que ponen no sirven porque la mayoría se declara insolvente”.
Es por este motivo que Nervión Unido ha acudido varias veces a la sede del distrito para “pedir soluciones efectivas y contundencia municipal ante la situación”, algo que también trasladaron en novienbre al delegado de Seguridad del Ayuntamiento, Juan Bueno, que les prometió “mano dura y acoso a este tipo de personas y actividad”, pero que no se ha cumplido.
Ante la impotencia, Nervión Unido ha vuelto a pedir reunirse con Bueno para buscar soluciones conjuntas, ya que algunos vecinos se han planteado “tomarse la justicia por su mano”, algo que quieren evitar.
El Ayuntamiento ha señalado a Viva Sevilla que la reunión solicitada con el delegado se va a celebrar y que en la actualidad existe un operativo conjunto de Policía nacional y Local que realiza una labor preventiva para evitar conductas delictivas.
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