El Bilbao Basket ha recuperado en el Bilbao Arena de Miribilla la senda del triunfo que se le truncó la jornada anterior en Vitoria arrollando al Baloncesto Sevilla, por 89-61, en un partido sin apenas historia y con 'los hombres de negro' manifiestamente mejores que su rival.
El equipo de Sito Alonso ya ha avisado desde el principio de sus intenciones con un 9-0 y un 22-5 que han sobrepasado a un Sevilla que apenas si ha tenido respuestas, salvo una aparición de Alex Urtasun al final del primer cuarto (25-15) y el trabajo eficaz de Pierre Oriola para volver a meter a su equipo en el partido en el segundo cuarto (32-29, min. 16).
Pero una caída libre de los visitantes en un tercer cuarto primoroso del conjunto vasco ha decidido definitivamente un choque que le supone al Bilbao Basket su cuarta victoria en cinco partidos. Un situación idílica e impensable hace solo un par de meses, cuando pendía sobre él la amenaza de la desaparición.
Aunque todos sus jugadores han acabado teniendo sus minutos, la incontestable victoria bilbaína ha sido dirigida fundamentalmente por Quino Colom (8 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias y 19 de valoración), Dairis Bertans (17), Alex Mumbrú (10 y 6) y Axel Hervelle (9 y 6), un cuarteto más que brillante con el resultado abierto y muy por encima de sus estadísticas finales.
Del Sevilla, poco más que destacar que la imagen dada y la aportación de Urtasun (10 y 15) y Oriola (11 y 14), a pesar de no superar ninguno los 21 minutos de juego en un día especialmente desacertado del resto de sus compañeros.
Un arranque tan espléndido del Bilbao Basket como desastroso del Sevilla pareció decidir el partido en solo siete minutos y medio. Lo que tardaron 'los hombres de negro' en adelantarse 22-5 de la mano del tridente Hervelle-Colom-Bertans.
El belga ponía los rebotes y la intensidad, el andorrano las asistencias y el letón los puntos, hasta 11 hasta ese momento. Enfrente el -7 de Byars y el 0 de valoración global de un Sevilla que no funcionó con un cinco inicial muy alto.
La aparición de Urtasun frenó las series de golpes recibidas por los visitantes, que se acercaron a 10 puntos al final del primer cuarto (25-15) y que soñaron con pelear por la victoria en el segundo liderados por Oriola.
El pívot catalán, sin duda el mejor de su equipo, apretó el electrónico hasta un 32-29 que prometía partido en el minuto 16. Pero fue el canto del cisne visitante, ya que el capitán local, Mumbrú, tomó cartas en el asunto hasta el descanso para volver a poner al Bilbao Basket más de diez puntos arriba (46-34).
Y, sobre todo, porque los de Scott Roth se vinieron estrepitosamente abajo en el tercer cuarto encajando un doloroso 16-0 que puso el marcador en un ya insalvable para los verdiblancos 64-38 y el partido definitivamente decantado.
De ahí al final del partido, fiesta constante en Miribilla y las únicas dudas de la máxima diferencia en el marcador, que alcanzó los 31 puntos en el minuto 34 (76-45), y el resultado final, que quedó definitivamente en 89-61.
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