Sevilla

Las miniactas del Pleno

Juan Ignacio Zoido proyecta ahora reducir al mínimo las actas que se transcriben de los Plenos municipales

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
  • Pleno -

El gobierno local, que pese a las promesas de transparencia y de ‘luces y taquígrafos’ de Zoido sólo permite a la oposición tomar notas a bolígrafo de los expedientes municipales en horario de oficina, proyecta ahora una vuelta de tuerca más cuya consecuencia será volver a dificultar la labor fiscalizadora de la oposición, ya que se eliminará la mayor parte de la transcripción de las actas de los Plenos.

La crisis económica sirve de coartada para todo, según y cómo. El Ayuntamiento de Sevilla saca de los Presupuestos más de 400.000 euros para alumbrar las calles durante la Navidad pero amparándose en la necesidad de recortar el gasto público no cubre dos vacantes existentes en el Negociado de Actas, pese a que podría declararlas como un servicio esencial para la ciudad.

Con esta realidad como pretexto y dado que según la versión oficial la carga de trabajo sobrepasa la capacidad laboral existente, el equipo de gobierno maneja un proyecto para ahorrar costes implantando un nuevo procedimiento para transcribir, o más bien no transcribir al 100%, las actas de los Plenos, como viene sucediendo hasta ahora para dejar constancia documental del contenido de los debates plenarios y de lo que argumenta y vota cada concejal.

Hasta los sevillanos pueden acceder a las actas de los Plenos a través de la página web del Consistorio (www.sevilla.org) y las pestañas sucesivas Ayuntamiento-Pleno-Actas de los Acuerdos. Actualmente se pueden leer las actas hasta el Pleno correspondiente al Pleno del 26 de julio, faltando aún las de los meses siguientes, como demostración de la escasa prioridad que se da a  la transparencia y difusión de los acuerdos del máximo organismo representativo de la ciudad.

Mini actas
El nuevo procedimiento proyectado consiste en elaborar una mini acta que incorpore sólo el dato de los concejales asistentes al Pleno, los acuerdos adoptados, las enmiendas presentadas y las votaciones, pero omitiendo todas las intervenciones y argumentos de los concejales durante los debates.

Este material no se transcribirá en un documento escrito, mucho más fácil y rápido de leer,  analizar y manejar por parte de los propios concejales (y los ciudadanos a través de la página web), sino que se dejará como documento de audio, ya que todos los Plenos se graban con imágenes y sonido, si bien no se difunden pese a haberlo planteado alguna vez la oposición.

Para facilitarles a los ediles la búsqueda dentro del audio, en las mini actas en papel se incluirá en cada punto una remisión al contenido de la grabación, con indicación del minuto en que comienza cada turno de palabra.

Según el proyecto que se trata de implantar, cada edil podrá avanzar y retroceder dentro del audio, como a la antigua usanza, para localizar el pasaje que busque. El plan es presentado como el cumplimiento de lo dispuesto en la ley 11/2007, de Acceso Electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, que recoge entre sus fines la mejora del funcionamiento interno de las Administraciones Públicas mediante el uso de las tecnologías de la información, la eficacia y la simplificación de los procedimientos.

Acceso del ciudadano
Esa extrema simplificación obligaría a partir de ahora a todos los concejales a tomar también notas a mano de los contenidos de los debates que quieran consultar, ya que se elimina la transcripción de los mismos por escrito para las actas. La consecuencia directa es que otra vez  se dificultaría la labor de la oposición y hasta la tan publicitada participación ciudadana en la vida pública, ya que se deja en el limbo jurídico la forma, si es que se considera siquiera, en que los sevillanos accederían a los audios para comprobar la labor que realizan los concejales a los que han votado.

Notas de los acuerdos a bolígrafo y marcas de agua

Hace dos semanas, en estas mismas páginas, se reflejaba el incremento progresivo de los impedimentos que el Gobierno de Juan Ignacio Zoido había ido imponiendo a lo largo de los dos últimos años al trabajo de la oposición. Las notas a bolígrafo que debe tomar la oposición de los acuerdos de la Junta de Gobierno, las marcas de agua para seguir el rastro de los expedientes e impedir que sean fotocopiados o la exigencia de firmar cláusulas de confidencialidad son algunas de las realidades con las que se encuentra la oposición a la hora de realizar su trabajo fiscalizador.

Así, los acuerdos adoptados por la Junta de Gobierno los viernes no les llegan a los grupos de la oposición hasta mediados de la semana siguiente, pero sólo recogen enunciados ambiguos, redactados ex profeso, que no aclaran las decisiones del equipo de Gobierno.

La opción que le queda a la oposición es pedir el lunes los expedientes, pero el PP ha impuesto la prohibición de que puedan hacer fotocopias de los mismos, por lo que los ediles de PSOE e IU sólo pueden tomar notas con bolígrafo y únicamente en horario administrativo, de 9 a 14 horas o 14:30.

Entre tantos expedientes y tantos papeles, la oposición tiene cada vez más difícil detectar si existen reparos de la Intervención o la Secretaría Municipales y analizar los pliegos técnicos y las memorias económicas, con lo que si se plantea la posibilidad de recurrir a los tribunales cualquier acuerdo municipal, carece de pruebas documentales en que apoyarse.

Además, por primera vez se entregan a la oposición documentos con marcas de agua para seguirles la pista en caso de fotocopias o evitar que se hagan, se exige la firma de cláusulas de confidencialidad y se piden informes al secretario para tratar de eludir el deber de entrega de expedientes a PSOE e IU.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN