La feria es algo más que los 275.000 metros cuadrados que ocupa, las 250.000 bombillas que iluminan sus calles y los 2.200 megavatios de potencia que potencia que harán falta para que viva esta pequeña ciudad en la que se transforma un rincón de Sevilla que tiene circo, carruajes, puestos de fotógrafo, buñuelos y flores para disfrutar a lo largo de toda la semana.
Conocido es que la feria tendrá este año 1.049 casetas, aunque la mayoría de ellas están encuadradas en las familiares (535), seguidas muy de cerca de las que gestionan entidades (494) y siendo las menos las de de servicios (once), de distrito (seis) o las municipales (tres).
Pero en el real podrá encontrar mucha actividad: en horario de paseo de caballos y carruajes, de éstos últimos hay matriculados 1.400, aunque se esperan que coincidan la mitad y por tipos el más numeroso es grean break (309), break largo (150), featón vis a vis (135) y sociable (120), aunque también podrá encontrar uno del tipo diligencia. Tanto para los carruajes como para los exornos de las casetas han varios concursos, los del propio Ayuntamiento y algunos que otorgan diferentes casetas.
En las calles, además, podrá encontrar 26 puestos de agua y flores, ocho de fotógrafos y seis de buñuelos, 60 llamados varios (turrón, kebab o pizzerías), 28 máquinas de algodón de azúcar, 30 de helados, siete chocolaterías, diez grúas para extraer regalos, 17 puestos de bisutería y siete bodegones de restauración.
Y muchas, muchísimas atracciones, empezando por el circo y siguiendo con los considerados espectáculos (61) entre los que se incluyen, por ejemplo, las tómbolas, todos los que sean de disparar o tirar a algo y el tren de la bruja, la diversidad es tal, que sorprende. En la Calle del Infierno hay, entre todas las atracciones, 61 destinadas a los más pequeños y 56 consideradas para adultos, entre las que destacan las cuatro norias (una gigante), los seis escalextric para niños y las 16 pistas para todos los gustos y edades, tres látigos, todos para mayores y hasta uno destinado a la risoterapia: la de los espejos. Para elegir y disfrutar hasta que el bolsillo lo permita.
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