l proyecto del dragado en profundidad del río Guadalquivir se mantiene tal y como se había redactado dentro del nuevo Plan Hidrológico de la cuenca, y su aprobación o no dependerá del Consejo Nacional del Agua y del Consejo de Ministros, los órganos que deberán ratificarlo, según dejó ayer claro el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Manuel Romero Ortiz.
Según fuentes de la CHG, el dragado en profundidad sí se abordó en el Comité de Autoridades Competentes en su reunión de la tarde, evaluando la situación de las masas de agua y cómo se modificarían con este proyecto, pero formando parte de la “planificación” del Plan Hidrológico, como por la mañana había avisado, adelantándose a la polémica de los últimos días, el presidente de la CHG.
Romero Ortiz afirmaba que este comité “no tiene que decidir si dragado sí o no”, puesto que no es el organismo que tendría que ratificarlo, confirmando que el proyecto del dragado en profundidad del Guadalquivir forma parte de la planificación hidrológica de la cuenca y por tanto del plan que ahora se lleva al Consejo Nacional del Agua.
El dragado y la consiguiente modificación de las masas de agua que supondrá se enmarca dentro del proyecto de mejoras de acceso marítimo al Puerto de Sevilla, por lo que el plan en sí “no se opone al dragado”, señaló el presidente de la CHG.
La propia Confederación, cuando se sometió a información pública la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto de dragado, realizó una serie de alegaciones, entre ellas que el proyecto “podría afectar a regantes del arroz de forma negativa”.
A esta afección se le daba incluso solución, señalaba Romero Ortiz, a través de la modernización del regadío del arroz, que se realizaría a partir de ese momento a través del Canal del Bajo Guadalquivir, lo que supondría, apuntaba, “un ahorro importante de agua para la cuenca”.
Según añadió, la CHG está elaborando el proyecto de esta infraestructura que permitiría “llevar el agua a la margen izquierda del río, cruzarlo y llevar el agua a la margen derecha y que pudieran regar los arroceros, que no tendrían que usar agua del estuario y evitarían así el problema de la salinidad”. Sin embargo, Romero Ortiz resumía la situación en la que está el proyecto con un “no hay recursos económicos”.
La inversión “realista” prevista es de 1.738 millones hasta 2015
El presidente de la CHG, Manuel Romero Ortiz, ha dicho que el proyecto de Plan Hidrológico de la cuenca rebaja la inversión desde los 4.106 millones inicialmente previstos a 1.738 “por realismo” y “para adaptarse a la nueva situación económica”.
El documento, aprobado por el Consejo del Agua de la demarcación, acota esta menor inversión al año 2015, mientras que los 4.106 millones inicialmente previstos en el anterior borrador, aprobado poco antes del cambio de gobierno central y andaluz, se programó hasta 2027.
El nuevo Plan Hidrológico del Guadalquivir ha sido aprobado por 55 de los 71 miembros asistentes al Consejo del Agua, representantes del Gobierno central y de los de Extremadura, Castilla-La Mancha y Murcia, así como por los regantes de la cuenca.
Los catorce representantes de la Junta se han abstenido, al considerar que se ha perdido el consenso del que gozaba el documento anterior y que esperan recuperar durante su tramitación en el Consejo Nacional del Agua, mientras que los dos delegados de organizaciones ecologistas han votado en contra.
Según el presidente de la CHG, la nueva previsión de inversiones es “realista” porque se adapta “a la nueva situación económica del país” y sólo incluye “las obras ya en marcha o a punto de adjudicarse porque vamos a intentar cumplirlas todas”.
Un documento con mucho debate
El Plan Hidrológico, que deberá ratificar el Consejo Nacional del Agua y el Consejo de Ministros, sustituye al vigente desde 1998 y ha sido debatido durante los últimos cinco años por numerosos colectivos y sometido a centenares de alegaciones.
Reduce la demanda en 228,6 Hm3/año
El Plan, que tendrá rango de ley, obligará a reducir la actual demanda de 4.004 hectómetros cúbicos anuales en 228,6, hasta los 3.775,48 hectómetros cúbicos previstos para 2015, una reducción menos exigente que los 3.597 hectómetros cúbicos previstos en el anterior Plan.
El ahorro, gracias a los agricultores
El ahorro se conseguirá mediante la reducción de pérdidas por la mejora de las conducciones de regadío y urbanas y por una mayor eficiencia de los cultivos. Los agricultores podrán aumentar su dotación de riego si el agua se consigue ahorrando por modernización de regadíos.