Monchi va a tener que hacer no menos de siete buenos fichajes y con poco dinero si quiere reflotar a este Sevilla en cuesta abajo y con muchísimos problemas de todo tipo. Pero incluso en medio de esta crisis general y particular, uno de los problemas más importantes va a ser la renovación en la portería.
Andrés Palop lo ha sido todo, tiene un año más de contrato, su rendimiento, sin ser el de antes, es todavía notable, pero tiene roto al vestuario.
En contra de lo que pueda parecer, el enfrentamiento principal no es con Javi Varas, quien por otro lado tampoco entiende la actitud de su veterano compañero cuando le ha tocado no jugar. La tensión más evidente se vive entre el valenciano y el internacional Álvaro Negredo, muy amigo de Varas y líder del grupo de nacionales no canteranos, una de las facciones del extraño vestuario que padece el Sevilla.
Marcelino García Toral ya lo dijo alto y claro: “No se ha comportando como yo entiendo que se debe comportar un capitán”. Palop, además, cobra un sueldo galáctico, lejos de las nuevos topes del Sevilla en recesión. Varas está esperando una decisión sobre eu ‘compañero’ para a su vez tomaruna determinación.
El Sevilla busca un portero, si se ponen a tiro, hasta dos. Pero Palop tiene la palabra. Nadie se
atreve a despedirlo por la puerta de atrás, pero está tensando tanto la cuerda que puede pasar cualquier cosa. Incluso romperse.
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