La depuradora de San Jerónimo
dejará de operar el próximo lunes 16 de diciembre, marcando un cambio significativo en el modelo de saneamiento del área metropolitana de Sevilla. A partir de esa fecha,
las aguas residuales de la zona norte de la ciudad, la Isla de la Cartuja y los municipios de La Rinconada, San José de la Rinconada y Alcalá del Río serán
tratadas en la depuradora integrada del Complejo Ambiental Copero, en Dos Hermanas.
Este cambio
responde a criterios medioambientales y normativas europeas, como la Directiva 91/271/CEE, sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, y
ha sido posible gracias a una inversión de 231,1 millones de euros por parte de las administraciones local, autonómica y central. La
conducción de aguas desde San Jerónimo hasta Copero, así como la adecuación de las instalaciones hidráulicas, forman parte del
esfuerzo conjunto por garantizar un tratamiento eficiente y sostenible.
Desde la firma del protocolo general en 2017, diversas instituciones
han trabajado en la construcción y puesta en marcha de infraestructuras que permitan la transición al nuevo modelo de saneamiento. Para paliar retrasos en las obras,
Emasesa ha dispuesto una instalación provisional que asegura el traslado y tratamiento de las aguas en Copero, donde las instalaciones
están preparadas técnica y medioambientalmente para asumir este caudal adicional.
El cierre de la EDAR San Jerónimo también
supone un alivio para los vecinos de la zona, quienes durante años habían expresado
quejas por los olores provenientes de la planta. Este traslado no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también refuerza
el compromiso de Sevilla con la sostenibilidad y el cumplimiento de normativas ambientales.