Cuatro personas han sido investigadas como supuestos autores de un homicidio en grado de tentativa contra un guardia civil al que atropellaron con un todoterreno, como los usados por clanes de narcos, y a quien detectaron en medio de la noche en un operativo de vigilancia en Sevilla con cámaras térmicas en drones.
Las investigaciones, llevadas a cabo por el Equipo de Policía Judicial de Mairena del Aljarafe (Sevilla), se iniciaron a principios de mayo, cuando un guardia civil del puesto principal de esa localidad fue atropellado por un todoterreno, ha informado este miércoles el instituto armado en un comunicado.
Dicho vehículo tenía modificaciones similares a las que presentan este tipo de vehículos usados por distintos grupos dedicados al narcotráfico y que operan en torno al río Guadalquivir.
El guardia civil hacía labores de vigilancia en un operativo especial en una zona rural ubicada entre los municipios sevillanos de Almensilla, Coria del Río y La Puebla del Río.
Este despliegue había sido establecido a raíz de varias extracciones ilegales de combustible detectadas en el oleoducto que discurre por esas localidades y que pudieran guardar relación con el narcotráfico.
Los conocidos como 'petaqueros' podían valerse de ese combustible para el repostaje de las embarcaciones que utilizan para transportar sustancias estupefacientes por el río Guadalquivir.
Drones con cámaras térmicas
A primeras horas de la madrugada se observó cómo varios drones sobrevolaban la zona controlada por los agentes, y que uno de estos aparatos llegó a mantenerse en estático durante varios minutos sobre uno de los guardias civiles, quien estaba ubicado fuera de cualquier posible observación externa desde tierra y en un punto elevado.
Según la Guardia Civil, esto evidenciaba el uso de cámaras térmicas instaladas en este tipo de aparatos.
Tras estos vuelos, un todoterreno de gran potencia y "especialmente modificado" se dirigió a alta velocidad hasta la ubicación del agente que se encontraba agazapado y en un punto elevado no visible desde tierra.
Después de varias maniobras bruscas en la zona, llegó a saltar sobre el propio agente y obligó a que este se descubriera e identificara, momento en que procedieron "de forma intencionada" a su atropello sin que los agentes próximos, dada la velocidad del vehículo, pudieran evitarlo.
Posteriormente, los implicados huyeron a gran velocidad campo a través, al advertir la presencia del resto de vehículos policiales y agentes que se desplazaban en apoyo.
Los investigadores concluyeron que los autores del atropello se valieron de las cámaras térmicas de los drones para detectar al agente y ubicarlo en la noche cerrada, en un lugar apartado y escondido dentro del entorno.
El agente fue dado de baja para el servicio y sufrió la fractura de huesos y músculos de las piernas que aún lo mantienen incapacitado para el servicio.
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