El Consistorio no incluyó el ficus de San Jacinto en la Guía de Árboles Singulares

Publicado: 29/08/2024
Sí aparecen otros once árboles de la misma especie y algunos datan de hace poco más de medio siglo frente al trianero, que es más que centenario
El Ayuntamiento de Sevilla no incluyó en la Guía de Árboles Singulares de Sevilla, editada en 2023, el emblemático ficus de la parroquia de San Jacinto, símbolo originalmente del barrio de Triana y ya conocido nacional e internacionalmente después de la mutilación sufrida en el verano de 2022 en el proceso de la tala solicitada por el párroco y autorizada por el alcalde Antonio Muñoz, tala finalmente paralizada por orden judicial. Paradójicamente, en la Guía se incluyen once ficus, todos ellos salvo uno menos antiguos que el centenario ficus trianero y algunos con poco más de 50 años.

Obviamente, la antigüedad no puede ser el único factor a considerar a la hora de calificar un árbol como singular, pero cuando se analizan los argumentos dados en la Guía para incluir otros ficus y no el de San Jacinto y se comparan sus características morfológicas y los valores simbólicos de cada uno de ellos sorprende que el centenario ejemplar del barrio de Triana se haya quedado fuera de la lista, pese a que la Guía se publicó un año después de su paralizada, por orden judicial, tala y el árbol alcanzó una proyección nacional e internacional de la que carecen los otros de su misma especie incluidos en el libro publicado por el Consistorio.

Veamos dos botones de muestra sobre los argumentos dados para calificar de singulares dos ficus que figuran en la Guía:

–El ficus del Altozano: El Ficus fue plantado en 1972, fecha de inauguración del Monumento a Juan Belmonte, procedente de uno de los macetones de exorno que
utilizaba el Ayuntamiento en sus celebraciones. Aunque no es especialmente anciano, este ficus ha ido adquiriendo protagonismo en la Plaza del Altozano del Barrio de Triana, donde tiene un alto valor simbólico.



Como árbol singular que es de Triana, con más de cincuenta años de antigüedad, se le debe valorar y proteger adecuadamente; es la única sombra de la Plaza del Altozano.
Pertenece a una variedad de Ficus que se puso de moda como planta de interior, el Ficus elástica var. decora y que dado lo bonancible de los últimos inviernos ha vivido y vive en el exterior. Con las acciones de mantenimiento actuales se pretende conservar la estructura natural del ejemplar..

–El ficus del foso de la Universidad: Buen ejemplar de Ficus, que fue plantado en un parterre en la calle Palos de la Frontera junto al foso de la Universidad –antigua Fábrica
de Tabaco– en el año 1970. Un ciudadano había solicitado al Servicio de Parques y Jardines que quería plantar un árbol en la ciudad con motivo del nacimiento de su
hijo. El Servicio atendió su petición y al plantarse el Ficus este padre echó las paladas de tierra consiguientes para su plantación. Es muy curiosa la forma en la que se extiende su copa hacia el foso de la universidad (…..)



Según los redactores de la Guía, estos árboles o arboledas singulares constituyen parte del conjunto de los ejemplares más representativos de la ciudad en «el presente». Y añaden: «Por otro lado, existen numerosos árboles en Sevilla que si bien todavía no alcanzan el esplendor de los árboles singulares son ejemplares que también destacan respecto a la mayoría de los árboles de la ciudad por sus valores botánicos, históricos, paisajísticos, simbólicos o ecológicos.



Muchos de estos árboles podrían llegar a ser árboles catalogados como singulares si son adecuadamente protegidos y conservados en plazos relativamente cortos. Se trata de «árboles Notables» que también merecen esfuerzos para su conservación, ya que deberían ser parte de los árboles singulares de las generaciones venideras, por lo tanto «el futuro».

Por tanto, a efectos de esta Guía, «árbol singular» será aquel árbol, arbusto,
palmera o cualquier otra tipología vegetal que, por sus especiales características biológicas, paisajísticas, históricas, culturales o sociales, se identifique expresamente como bien patrimonial de interés público a través de su catalogación, y que se encuentre en un espacio público, bien viario o zona verde. Esta definición también es extensible a agrupaciones de elementos vegetales, que deberán de ser al menos de dos ejemplares de la misma especie, en cuyo caso se denominará «arboleda singular».

Para los autores de la Guía, los árboles y arboledas notables son ejemplares con menores valores asignados en los criterios de catalogación que los singulares,
pero son susceptibles de cambiar de categoría, «dado que como seres vivos que son, las características fenológicas, edad, estado fisiológico, evolucionan. Los condicionantes externos al árbol -añaden- también son parte de los criterios de catalogación, y de igual modo son variables en uno u otro sentido».

CONCENTRACIÓN EN TRIANA

La plataforma en defensa del ficus centenario de la parroquia de San Jacinto convocó en la tarde del pasado martes (27 agosto 2024) una concentración a los pies del emblemático ejemplar, después de que recientemente se cumpliese el segundo aniversario de su controvertida tala parcial. Los convocantes sostienen que frente a la necrosis y agrietamiento que padece este árbol, hay que luchar por el «hilo de vida» que aún mantiene y reclaman que en caso de que muera se conserve «in situ» como «monumento y símbolo de la defensa del arbolado» y la concienciación ciudadana en la materia.

David López Viera, uno de los portavoces de la plataforma, declaró a Europa Press que en el acto han participado varias decenas de personas, una concentración en la que los activistas ambientales han anunciado una «gran movilización» de cara al mes de septiembre, entre esta plataforma, el resto de colectivos ecologistas de Sevilla capital, como la Mesa del Árbol, y también los de su área de influencia.



El portavoz de la plataforma ha señalado la reciente efeméride de los dos años de aquella «barbarie» de tala, pues según el colectivo el ficus «agoniza bajo la responsabilidad del Ayuntamiento», que en agosto de 2022 autorizó al «párroco arboricida» de la iglesia de San Jacinto al apeo de este portentoso árbol al esgrimir el mismo motivos de seguridad y mantenimiento, extremo este último objeto de un convenio final entre la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia de San Jacinto y el propio Consistorio.

En un marco en el que el Ayuntamiento, gobernado por el socialista Antonio Muñoz a la fecha de los hechos y ahora por el popular José Luis Sanz, expone que el emblemático ficus padece una grave «necrosis, agrietamiento, hongos y una pérdida considerable de tejido vivo», encargando un informe técnico sobre el árbol para «decidir la actuaciones que se llevarán a cabo»; la plataforma defiende que el ejemplar «aún tiene una pequeña parte superviviente no afectada»; con lo que «su leve hilo de vida podría servir para regenerarlo, para lo que se necesitaría medios y tiempo».



En ese sentido, David López ha enfatizado que si el ficus «tiene un hilo de vida hay que luchar por sacarlo adelante como sea»; agregando a continuación que si finalmente el ejemplar no prospera y sucumbe a las consecuencias de aquella traumática tala lo mejor es «tenerlo ahí muerto, como monumento e icono de la defensa del arbolado» y de la concienciación ciudadana en la materia. «Tendría una función didáctica», ha asegurado, exponiendo que hay precedentes y que es posible tratar la madera para su conservación.

«Lo queremos vivo o muerto», ha dicho este portavoz del colectivo, que destaca que «lo que queda del ficus debe quedarse donde está» y ser «respetado», pues «su desgraciado intento de tala lo convirtió en un icono a nivel local, nacional e internacional».

En concreto, en agosto de 2022, la Orden de los Dominicos, propietaria de la parroquia de San Jacinto, inició la tala del emblemático ficus del compás de dicho templo, extremo autorizado por el Ayuntamiento hispalense merced a la licencia solicitada por la Orden; alegó el párroco que «cinco estudios» avalarían según aseguraba la «necesidad» de la tala a cuenta de las repetidas caídas de ramas, la más grave en marzo de 2021 con seis heridos en la vía pública, tres de ellos hospitalizados; así como la afección de sus raíces a la estructura del propio templo.



Entretanto, los vecinos contrarios a la tala avisaban de un «atentado incomprensible e inadmisible» al patrimonio arbóreo de Sevilla, recordando el carácter emblemático de este ficus y reclamando otras soluciones.

La tala fue iniciada pero cuando estaba en marcha, la licencia concedida por el Ayuntamiento hispalense a la parroquia fue suspendida de manera cautelar, tras ser recurrida la misma por vía judicial por la Asociación de la Jardinería Andaluza (AMJA).

Ya en septiembre de 2022, el juzgado suspendió el curso del litigio después de que todas las partes del procedimiento judicial hubiesen «presentado un escrito solicitando la suspensión del proceso, por encontrarse en vías de alcanzar un acuerdo» extrajudicial; y en abril de 2023 el Ayuntamiento aprobaba destinar 78.099 euros, a continuar con 32.920,55 en 2024, como subvención nominativa a la Orden de los Dominicos para sufragar el encargo de la misma al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre un dictamen en torno a «las posibilidades de supervivencia» del ficus de un modo en el que no incida en la seguridad arquitectónica del templo y de los viandantes.



Compárese esta imagen de la parroquia con el ficus mutilado a la que tenía cuando el árbol centenario aún lucía su copa, pese a que estuviera rebajada por las podas

En este marco, en agosto de 2023, el entonces nuevo alcalde hispalense, el popular José Luis Sanz, anunciaba un acuerdo entre el Ayuntamiento y la Orden de Predicadores, para «una solución satisfactoria para todas las partes, garantizando el mantenimiento del ficus, que pasará a ser competencia municipal, y desistiendo expresamente la orden de la licencia de apeo del árbol».

Además, gracias a este convenio, el uso del jardín de entrada a la iglesia era cedido a la ciudad como nuevo espacio público para su uso y disfrute; incluyendo el acuerdo el desistimiento de la decisión municipal de abonar a la parroquia los 111.000 euros aprobados para que la iglesia pagase el mencionado estudio científico.

Cada año convive con la tradicional “Velá de Triana”, donde el árbol es participe junto con las casetas que se instalan en la zona. Actualmente se toman medidas de protección, mediante las que se pueden conciliar actividades tradicionales con la integridad del ejemplar.

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