La Policía Local de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) ha intervenido una veintena de botellas de óxido nitroso, conocido popularmente como "gas de la risa", que eran usadas por jóvenes en botellones sin tener en cuenta la peligrosidad que supone, hasta el punto de que puede ocasionar la muerte.
Según ha explicado a EFE el jefe de la Policía Local, Miguel Ángel Hidalgo, la situación es "muy preocupante", ya que este gas es usado incluso por menores de edad, que lo inhalan, normalmente, a través de globos que actúan de reservorios y llega al cerebro a través de las vías respiratorias, provocando un efecto de depresor del sistema nervioso central.
Así, lamenta que su consumo se ha extendido últimamente, y puede ser muy perjudicial porque, entre otras cosas, esta sustancia inhibe la llegada de oxígeno al cerebro y, por tanto, puede provocar pérdidas de conciencia e incluso paros cardiorrespiratorios.
Además, se puede adquirir en cuestión de segundos a través de plataformas de venta en internet, por un precio que ronda los 50 euros por botella, "e incluso las pueden comprar un jueves y las tienen en sus casas al día siguiente, con lo que las pueden usar en el botellón el fin de semana sin problemas".
En los últimos días se han realizado varias incautaciones por parte de este cuerpo y de la Guardia Civil en el municipio sevillano, e Hidalgo entiende que es un problema "que hay que atajar cuanto antes, porque cualquier día se puede producir una desgracia que será más que lamentable".
El óxido nitroso se usa sobre todo en gabinetes odontológicos por su efecto analgésico, que sirve para quitar el dolor, y como sedante, y en pequeñas dosis se encuentra en alimentación, como el los botes de nata montada, y adquirirlo es sumamente fácil para cualquier persona, sin importar que sea mayor o menor de edad al comprarlo en internet.
Además, alcanza el pico de efectos a los 60 segundos de inhalarlo y desaparece posteriormente, de modo que es muy difícil detectarlo en las consultas médicas si acuden un joven afectado por su consumo.
Miguel Ángel Hidalgo ha hecho un llamamiento a la responsabilidad de los jóvenes y a la vigilancia que padres, madres y tutores legales deben realizar, para terminar cuanto antes "con una costumbre que supone un verdadero problema de salud pública".
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