El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, s
e ha reunido con representantes de asociaciones vecinales del entorno del Puerto hispalense para escuchar
sus "aportaciones" y demostrar su compromiso de
"seguir mejorando el proyecto de nuevo barrio en los terrenos del Puerto de Sevilla, junto a la avenida de Las Razas".
En marzo, el pleno del Ayuntamiento rechazó, con los votos contrarios de Podemos-IU y Vox y la abstención del PSOE,
el documento de aprobación provisional de la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) correspondiente a la reordenación de los terrenos de la margen oriental de la Avenida de Las Razas, una operación promovida por la Autoridad Portuaria.
El documento plantea 98.000 metros cuadrados de edificabilidad, con 82.000 para los usos residenciales (226 viviendas protegidas y 474 de renta libre) y 16.000 para usos terciarios, que admiten diferentes posibilidades comerciales o de oficinas, por ejemplo; avisando las fuerzas de oposición de la postura contraria de las asociaciones de vecinos de la zona, por aspectos como que "se imponen mayoritariamente usos lucrativos sobre el uso público del espacio".
Y es que, previamente,
11 asociaciones vecinales y sociales del distrito Bellavista-La Palmera habían pedido suspender esta tramitación, al considerar que la operación propuesta por el Puerto prima los usos lucrativos sobre los públicos, carece de dotaciones e "invade" la trama urbana existente.
Las asociaciones de vecinos Bermejales 2000, Bermejales Activa, Foro Heliópolis, Heliópolis Las Siete Calles, Los Andes, Pedro Salvador, Pisos Sector Sur (Inquilinos Corazón de María de los Pisos Municipales de Heliópolis de Sevilla), Puerto de Sevilla, Reina Mercedes y el AMPA Torre de Babel del CEIP La Raza, junto a la Asociación Parque Vivo del Guadaíra;
advertían de que la actuación planteada, a la cual no habían sido incorporadas sus alegaciones, adolece de "dotaciones vecinales como aparcamientos para residentes, zonas deportivas o sanitarias, que aseguren un entorno urbano que propicie la salud y el bienestar de la comunidad".
Alertaban de "falta de análisis y estudios sobre la afluencia masiva de vehículos, así como de la nueva población flotante compuesta por trabajadores y clientes del nuevo entorno comercial del Puerto";
opinando que esta reordenación "desatiende la cohesión urbana con la infraestructura ya existente", pues la
"falta de permeabilidad de las nuevas construcciones compromete la integración espacial y social de los barrios del entorno".