Un jurado popular ha declarado este martes culpable al hombre enjuiciado en la Audiencia de Sevilla por matar de dos puñaladas, en septiembre de 2022 en el Polígono Sur de Sevilla, a otro de 50 años y que podía considerarse su suegro.
Este veredicto de culpabilidad ha sido leído pasadas las 13.00 horas en la Audiencia de Sevilla por parte del jurado, que ha determinado que el ataque mortal se produjo de forma sorpresiva y sin posibilidad de defensa por parte de la víctima, que recibió las puñaladas por la espalda.
El jurado cree además que, en el momento de los hechos, el procesado como consumidor de sustancias estupefacientes tenía limitadas -que no suprimidas- son capacidades.
El procesado se enfrenta a una petición definitiva de 12 años y medio de prisión, después de que la semana pasada la Fiscalía rebajara su solicitud inicial al tener en cuenta -para el delito de asesinato- precisamente la circunstancia atenuante por consumo de larga duración de sustancias estupefacientes.
A esta petición definitiva del Ministerio Público se adhirieron tanto la acusación particular -en nombre de la familia del fallecido- como la defensa del procesado.
En su intervención final de este martes, las acusaciones pública, particular y defensa se han reiterado en estos posicionamientos.
En el ejercicio del derecho a la última palabra, el acusado volvió a pedir disculpas a la familia de la victima, mientras que en el arranque de la vista oral ya reconoció los hechos, aunque aseguró que ese día había consumido cocaína, alcohol y pastillas.
Durante su declaración ante el jurado popular también mostró su arrepentimiento por el crimen y pidió igualmente perdón a la familia de la víctima, un hombre de 50 años, padrastro de su entonces novia.
Según el procesado, el 5 de septiembre de 2022 había tenido una discusión con su pareja, quien se desplazó hasta la vivienda de su padrastro en la barriada de las Tres Mil Viviendas, donde el acusado acabó atacando por la espalda "con una o dos" puñaladas al que podía considerarse su suegro después de que este bajara a la calle.
A preguntas de su abogado, el acusado respondió que ese día había consumido sustancias que lo mantuvieron en un "estado de euforia y exaltación".
Antes de la declaración del acusado, su defensa ya aportó además un informe médico para demostrar que su representado está diagnosticado como politoxicómano y que padece un trastorno mental derivado del consumo de sustancia estupefacientes.
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