La
patronal sevillana volverá a elegir este lunes en asamblea a
Miguel Rus como presidente, la
única candidatura que se ha presentado para capitanear los designios de la Confederación de Empresarios de Sevilla, CES, un
nuevo mandato, el cuarto ya, marcado por
numerosos retos, entre ellos la sequía, pero con
dos brechas principales que afrontar, la
formativa, para corregir la falta de
adaptación curricular a las necesidades de las empresas, y otra histórica, la de las
infraestructuras, para las que señala
directamente a todos los representantes políticos, diputados y senadores, para que
“dejen de mirar a otro lado” y defiendan, de verdad, los intereses de Sevilla.
Miguel Rus, CEO del grupo Rusvel, se ha hecho acompañar de
cinco vicepresidencias, sectoriales y territoriales, como los del Comité Ejecutivo, ocupadas por
Manuel Cornax (AHS);
Juan Pedro Calvente Caballero (AECA);
Vanessa Muñoz Pineda, presidenta de Empresarias Sevillanas;
Antonio Amarillo Rodríguez (AETRANS); y
Tomás González Rodríguez (APROCOM).
A ellos se unen las vocalías del Comité Ejecutivo, encabezadas por
Alfonso Maceda Jimenez de Cisneros (AEHS);
Almudena Sainz de la Maza Ybarra (AEM);
Antonio Lopez Balbuena (APES);
Augusto Jannone Jannone (ProSevillaPort); Borja Uruñuela Lobera (AEMA);
Elena Cintado Ollero (FEICASE);
Eduardo Pérez-Serrera Rodríguez (FEDEME);
María Jose Contreras Caro (GAESCO);
Rafael Caamaño Aramburu (CECE); y
Raul Maldonado Blanes (CEC).
La candidatura de Rus se marca
entre sus objetivos generales el “
consolidar un tejido productivo sólido que impulse el desarrollo económico y social, es decir, una Sevilla empresarialmente
potente y competitiva. Una
provincia para vivir, visitar, invertir y trabajar”, además de defender al empresariado y reclamar a cambios a las administraciones, “más ahora cuando vienen tiempos difíciles, que es
cuando hay que estar más unidos y ser más reivindicativos”.
Su candidatura se apoya en las
organizaciones territoriales y sectoriales, “que son el eslabón más directo que entronca con los problemas reales de cada zona y de cada sector del trabajo” y sitúa como
uno de sus principales retos el de la formación,
armonizando y orientando los currículums “a las necesidades reales de las empresas y de los mercados”. Ante
elevados niveles de desempleo pero escasez de cualificaciones y de competencias de interés, Rus apuesta por “
reforzar los programas de formación en
sectores con perfiles no cubiertos e impulsar la
Formación Profesional, especialmente la FP Dual, para mejorar la empleabilidad”.
A los políticos: "Que dejen de mirar a otro lado"
La
segunda gran brecha es la histórica, la de las
infraestructuras y Rus afronta el mandato con
ansias reivindicativas, cansados de ser “la provincia española con menos inversión en infraestructuras por habitante desde el año 1985”, según la Airef, lo que está “
hipotecando la movilidad de las personas y de las mercancías". SE-40, Red de Metro, conexión Santa Justa al Aeropuerto y la singularidad del Puerto de Sevilla, son las
grandes carencias históricas, que “
condenan el futuro de Sevilla, porque sin infraestructuras no hay desarrollo, lo que da lugar a altos niveles de pobreza”.
La candidatura de Rus hace un
llamamiento directo a todos los representantes por Sevilla, a los
diputados y a los senadores, para que “no dejen caer en el olvido a su tierra y
que luchen por ella en los órganos de poder y en las instituciones”, un trabajo que la CES
les va a recordar “uno a uno". “
Que dejen de mirar a otro lado. Que representan a Sevilla. Que esta situación es insostenible e injusta.
No hay tiempo que perder, nuestro futuro está en juego”, inciden.
También la
sequía es un tema que preocupa a Rus. “El agua es el
oro de nuestra tierra”, considera, especialmente para el mundo rural, los servicios y la industria, por lo que
apuesta “por la reutilización de 100% del agua, la desalación y desalobracion, más presas y pantanos. No podemos desperdiciar ni una gota”, incide.
También apuesta por la
innovación social para “crear y aplicar nuevas ideas, soluciones, modelos que buscan abordar problemas sociales o mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades”, mientras que considera clave
hacer los sectores “más productivos”, sin necesidad de cambiar el mercado, optando por la
excelencia en sectores clave (
turismo, comercio, hosteleria y, especialmente, la agricultura) y marcarse como reto que
el 20% del PIB sea industrial, consiguiendo “que
todos los procesos de producción y transformación se desarrollen en Sevilla”, un aspecto en el que
cita expresamente la minería, que no sea sólo extractiva, sino que transforme y “se desarrolle toda la cadena de valor en nuestra tierra”.
Otros aspectos claves son la
transformación digital del tejido productivo para ser competitivos, la
“fundamental” colaboración público-privada, siendo un “socio leal” de la Administración en infraestructuras, investigación e innovación y prestación de servicios. “Hay que sacar lo mejor de lo público y lo privado y unir sinergias para avanzar más rápido”, dice su candidatura, que añade la necesidad de “una fiscalidad más flexible y competitiva”, tanto financiera como normativa, y el
diálogo social y el consenso como la “mejor fórmula tanto para los trabajadores como para las empresas” para impulsar todo el potencial económico que tiene Sevilla.